Cada año, el 11 de octubre, se celebra el Día de la Salida del Armario como un poderoso recordatorio de la fuerza, la vulnerabilidad y la autenticidad que se necesitan para abrazar el verdadero yo. Celebrado por primera vez en 1988, este día es una oportunidad para que la comunidad LGBTQI+ celebre su autenticidad y defienda sus derechos. Todo esto suena muy bien, ¿verdad? Sin embargo, salir del armario que por cierto, es una expresión totalmente válida) es una de las experiencias más angustiosas por las que puede pasar cualquier miembro de la comunidad LGBTQI+, y es algo muy importante: la gente se imagina el cuándo y el cómo durante días, meses o incluso años.

Por desgracia, nadie sale del armario una sola vez. ¿Y sinceramente? Nunca para. No solo es tedioso, sino frustrante. Todo el mundo en la comunidad queer lo experimenta: las preguntas un tanto inocentes, las indagaciones sobre la vida sexual… es agotador. Si te has preguntado por qué debemos pasar por esto una y otra vez y aguantar un aluvión de preguntas sobre los detalles de nuestras vidas o sentirnos incómodos al rechazarlas cuando no nos apetece hablar de ello, pues lo cierto es que hay veces en las que nos preguntamos lo mismo.

Seamos honestos. A algunas personas no les importa salir de un millón de armarios; otras son ruidosas y orgullosas, otras piensan que no es asunto de nadie, y algunas simplemente estamos hartas de tener que explicarle a los heterosexuales que somos gay. La dificultad para salir del armario puede poner a prueba la salud mental, las redes sociales y agravar los problemas con las drogas y el alcohol. Un estudio de 2023 concluyó que era una de las experiencias más estresantes para los jóvenes LGBTQI+. Así que… sí, salir del armario es estresante, y aunque cada vez lo sea menos, sigue siendo desagradable.

Así que tienes varias opciones: gritarlo a los cuatro vientos y sacarlo a relucir cuanto antes… si tienes el privilegio de vivir en circunstancias que te lo permitan. Muchos no pueden hacerlo debido a su familia, comunidad o país. También puedes elegir mantenerte al margen: se lo cuentas a la gente con la que crees que podrías tener una relación, a la gente con la que estás formando una amistad, y decides no decírselo a nadie más, porque, francamente, no es asunto suyo. O tienes otra alternativa: no participar. Esto te convertirá en una especie de enigma misterioso, posiblemente gay: ¿serás… no serás?

Creemos un mundo en el que ser LGBTQI+ sea tan normal como ser heterosexual y en el que todo el mundo se lleve bien, deje de juzgarse y permita a la gente ser quien quiera ser sin obligarla a hablar de ello cada cinco segundos. Ya que los heterosexuales nunca tienen que pasar por este proceso, estás en completa libertad de no sentirte obligade a revelarle a nadie tu sexualidad o identidad. ¿Quieres decírselo a todos? Adelante. ¿Prefieres no hacerlo? Pues muy bien. Salir del armario es una elección con la que debes sentir satisfacción, no estrés. Nunca sientas presión para hacerlo. Establece tus límites, tu círculo de confianza y lo que deseas revelar, siempre y cuando esto te haga sentir feliz contigo misme.

Share Twitter Facebook Whatsapp Copy link

Despues de leer, ¿qué te pareció?