Las autoridades prorrusas de la región ucraniana de Lugansk, anexada por Rusia en 2022, han creado una base de datos pública para la adopción de niños huérfanos ucranianos, donde se pueden filtrar los menores según características físicas como color de ojos y cabello, además de edad y sexo. El catálogo incluye hasta 294 niños menores de 17 años, y está disponible en la web del Ministerio de Educación y Ciencia de la administración pro-rusa local. Esta acción ha sido denunciada como una forma de tráfico infantil por organizaciones como Save Ukraine, cuyo director, Nikolái Kuleba, afirmó: “La forma en que describen a nuestros niños no se diferencia de un catálogo de esclavos” y calificó la situación como “tráfico infantil del siglo XXI”.

Según Kuleba, la mayoría de estos niños nacieron antes de la ocupación rusa en Lugansk y tenían ciudadanía ucraniana. En muchos casos, sus padres fueron asesinados por las fuerzas de ocupación o se les falsificaron documentos para legalizar el traslado forzado de los menores a Rusia. Kuleba denunció que desde 2014, con la ocupación parcial de territorios ucranianos, la práctica de deportación de niños y su traslado a familias rusas ha sido sistemática, y ahora se ha institucionalizado y visibilizado con esta base de datos en línea.

La base de datos permite buscar niños no solo por aspectos físicos, sino también por características de personalidad y salud. Los perfiles individuales describen el estado de salud de los menores, en su mayoría considerados sin enfermedades crónicas pero con algún factor de riesgo, y ofrecen breves descripciones sobre su comportamiento, como ser sociables, amables o responsables. Sin embargo, no se informa el motivo por el que los niños están separados de sus padres, ya que esta sección permanece vacía en los registros.

Como recordamos, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin y la comisionada para los Derechos de los Niños de Rusia, María Lvova-Belova, por la deportación ilegal de niños ucranianos desde las regiones ocupadas. Las autoridades rusas reconocen el desplazamiento de estos menores pero argumentan que lo hacen para resguardar su seguridad y han tratado el tema en negociaciones con Ucrania.

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, aseguró que los niños ucranianos están “seguros y a resguardo bajo instituciones infantiles estatales” y que muchos han sido salvados al ser alejados de zonas de combate. Sin embargo, estas justificaciones contrastan con las denuncias internacionales que califican estas acciones como violaciones de derechos y tráfico infantil patrocinado por el estado ruso.

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