Cada 14 de febrero, celebramos alrededor del mundo el día de San Valentín como un recordatorio del amor romántico: en la mayoría de los casos, es un cliché lleno de globos de corazones, cajas de bombones, peluches, ramos de flores y cenas en restaurantes que se llenan de parejas. Los felicitamos a todos. Sin embargo, muchos olvidamos que hoy es realmente el día del amor y la amistad, y que hay más de un tipo de amor que reconocer y celebrar en este día: el de nuestros amigos. San Valentín no se trata solo de relaciones románticas sino también del amor en general, y si somos honestos, nuestras relaciones con nuestros amigos tienden a ser más duraderas, profundas y hermosas que las de muchas parejas. Así que hoy es un buen momento para mostrar nuestro cariño hacia nuestros amigos que comparten todos los buenos y malos momentos estando a nuestro lado.

Como dijo una vez Shakespeare: “Un amigo te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, acepta en lo que te has convertido y, aun así, gentilmente te permite crecer”. La verdadera amistad es el mejor regalo de la vida: podemos vivir sin amor romántico, pero no sin el amor de nuestras amistades. Si bien las relaciones familiares se basan en un amor profundo e incondicional (distinto y especial a su manera), los amigos son la familia que elegimos para navegar por las etapas de la vida, y esa conexión está arraigada en una historia de experiencias pasadas, vulnerabilidades compartidas y valores comunes. Son esas personas que siempre lucharán a tu lado, ofreciéndote simpatía y comprensión, incluso cuando te equivocas o estás mal. Son las anclas con las que puedes divertirte porque la amistad se basa en un sentido de seguridad, lealtad y aceptación mutua.

Si somos honestos, nuestros amigos son esas “otras mitades” con las que estamos orgullosos de estar siempre, esas personas a quienes a veces vemos cuando estamos en un grupo grande pensamos: ¡qué suerte tengo de tenerle en mi vida! Puede que naveguemos constantemente por los altibajos del amor, incluidas muchas citas, algunas aventuras breves y relaciones serias y duraderas, pero cuando estas se terminan, nos queda siempre la reflexión de que si bien algunos tienen la suerte de conocer a su alma gemela, otros tenemos un grupo de almas gemelas que nos ofrecen gran parte de la misma intimidad emocional y cercanía cotidiana que tendría una pareja romántica. Muchas veces los damos por sentado, y es hora de que en un día en el que celebramos el amor, nuestros amigos sean finalmente la prioridad: son quienes nos alimentan como seres humanos cuando ya no vinculamos todas las formas de intimidad a las relaciones románticas.

Aunque tengas pareja, apreciar a tus amistades en un día como hoy es importante: son tu red de apoyo, tu familia elegida y quienes conocen de verdad la persona que eres y te quieren con tus virtudes y defectos. El simple hecho de tener buenos amigos en la vida nos recuerdan recuerdan las virtudes de un amor gentil y sincero, sostenido por las pequeñas palabras y gestos que intercambias durante todo el año. Honestamente, la idea es increíblemente romántica platónicamente, y hay que a veces dejar atrás la idea de la amatonormatividad, o la creencia de que una relación romántica central y monógama es la relación más importante de tu vida y debe valorarse por encima de todas las demás.

Este día de San Valentín, recuerda que mientras más tipos de amor puedas tener en tu vida, mejor. Aprecia a tu pareja, a tu familia, a tus compañeros de trabajo, a tus vecinos… pero sobre todo, a tus amigos. Dales las gracias por tanto amor incondicional, y recuérdales que los amas: es posible que necesiten escucharlo, y tanto tú como ellos van a sentirse más felices al recordar ese nexo tan especial. Feliz día del amor y la amistad.

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