El cannabis podría ayudar a reducir o abandonar el consumo de opiáceos, según estudio

La marihuana ayuda a las personas con trastornos por abuso de sustancias a no consumir opiáceos o a reducir su consumo, a mantener el tratamiento y a controlar los síntomas de abstinencia, según concluyó un nuevo estudio publicado recientemente. Investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) se propusieron investigar la relación entre el consumo de cannabis y la inyección de opiáceos, reclutando a 30 personas en Los Ángeles en un centro comunitario cercano a un programa de servicio de intercambio de jeringuillas y una clínica de metadona para analizar la relación.
El estudio, publicado por la revista Drug and Alcohol Dependence Reports y financiado en parte por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de los Estados Unidos, respalda un considerable cuerpo de literatura científica que indica que el acceso a la marihuana puede contrarrestar los daños de la epidemia de opioides, ya sea ayudando a las personas a limitar el uso o dándoles una vía de escape por completo. Desde julio de 2021 hasta abril de 2022, los investigadores realizaron entrevistas con los participantes para conocer cómo el cannabis ha afectado su consumo de opioides.
Entre los descubrimientos que surgieron fue que el uso conjunto de marihuana “ayudó a desarrollar patrones de uso reducido de opioides de varias maneras”. En primer lugar, manteniendo el abandono de los opiáceos y/o la adherencia al tratamiento del trastorno por consumo de opiáceos mediante el control de los síntomas específicos del abandono; en segundo lugar, controlando episódicamente los síntomas de la abstinencia de opiáceos y, finalmente, disminuyendo el consumo de opiáceos debido a la accesibilidad de baja barrera del cannabis.
“Los participantes declararon utilizar la sustitución o el consumo conjunto de cannabis para controlar el dolor de los síntomas de abstinencia, como los dolores corporales y el malestar generalizado, lo que condujo a una menor frecuencia de inyecciones de opiáceos”, descubrieron los investigadores. “Los participantes informaron de múltiples beneficios del consumo conjunto de opiáceos y cannabis para reducir los patrones de consumo de opiáceos”, señala el estudio, que añade que hay dos implicaciones clave para la reducción de daños.
En primer lugar, concluyeron que la distribución de marihuana a través de programas entre iguales puede influir significativamente en los patrones de consumo de opiáceos. En segundo lugar, afirmaron que el cannabis podría añadirse como opción de tratamiento de los opiáceos junto a otra medicación existente, lo que “podría mejorar la eficacia de la aceptación y los resultados y objetivos del tratamiento”. Como señalaron los autores, estos hallazgos son en gran medida coherentes con un creciente cuerpo de literatura científica sobre los beneficios potenciales del cannabis para las personas con trastornos por abuso de sustancias.
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