Ahora puedes descansar para siempre en este ataúd biodegradable de 1000 dólares hecho con hongos

Pensar qué pasará con nuestro cuerpo luego de nuestra muerte se ha vuelto una obsesión para muchos quienes desean soluciones más económicas, ecológicas y amables con el medio ambiente. Ya es poco práctico ser sepultado a la antigua (y hay poco espacio); la cremación, aunque más práctica, libera importantes cantidades de CO2 al aire libre, y los cupos para donar nuestro cuerpo a la ciencia son limitados. Recientemente hemos visto máquinas que licúan los cuerpos con agua para poder irnos por el drenaje, y hasta monumentos sub acuáticos con restos humanos para que las personas terminen formando parte de un arrecife de coral.
Sin embargo, una compañía holandesa llamada Loop Biotech vende ahora ataúdes que se biodegradan a los 45 días de nuestra muerte. Los fundadores, Lonneke Westhoff y Bob Hendrikx, dicen en su sitio web que querían hacer algo para “dar a la humanidad una huella positiva”, y que habían quedado asombrados por los hongos y por cómo este organismo es capaz de tomar árboles muertos y caídos y convertirlos en nueva vida. Sus ataúdes permiten que los restos humanos se conviertan en fuentes de alimento para la tierra, una idea útil porque la industria funeraria y los materiales muertos, como las lápidas, pueden provocar mucha contaminación.
Para fabricar los ataúdes, la empresa cultiva setas y las combina con fibras de cáñamo. La empresa toma cáñamo reciclado y lo combina con micelio, la estructura de la raíz de los hongos. Juntos, el micelio y las fibras de cáñamo crecen dentro de un molde. Todo se hace en siete días y los ataúdes se biodegradan en 45 días. Los productos de la empresa pueden utilizarse en enterramientos tradicionales, incineraciones y entierros naturales, y en algunos lugares se pueden plantar árboles sobre los restos humanos. Una vez hecho esto, los restos humanos se convierten en una nueva fuente de alimento para el árbol, explicó.
“Ahora se puede tener un trozo de naturaleza para ser recordado” en lugar de una lápida, dice Hendrikx. “El material, el micelio, si simplemente se pone en el suelo, es un mejorador del suelo que aumenta la biodiversidad”, dijo. “Combinar un producto que es bueno para el suelo y algo en lo que enterrar a la gente es algo beneficioso para todos”. La empresa ofrece tres productos principales: un ataúd Living Cocoon, un ataúd ForestBed y una urna EarthRise. Los precios oscilan entre USD $745 y un poco más de USD $1.000.
Según Hendrikx, algunas culturas están más familiarizadas con ataúdes parecidos al Living Cocoon. “Tiene forma de ataúd”, explica. “El ForestBed es un producto diseñado especialmente para el mercado holandés, así que es casi como una bandeja (o) un transportín en el que se envuelve a una persona con una tela. Es un producto un poco más inclusivo”. Hendrikx explica que la empresa nació como parte de un proyecto universitario en la Universidad Tecnológica de Delft, en Holanda. Quería hacer algo para ayudar a la gente a dejar una huella positiva en la Tierra o, al menos, minimizar la huella en gran medida negativa que deja la humanidad. “Solo podemos hacerlo si colaboramos con el mundo vivo”, dijo. “Colaborar con los organismos vivos en lugar de con los organismos muertos. Cuando morimos… deberíamos añadir valor en lugar de dejar otra huella”, dijo.
Despues de leer, ¿qué te pareció?
-
2Me gustó
-
-
-
-
-