Esta semana, Virgil Abloh compartió su cuarta pasarela oficial para Louis Vuitton, realizada en París mientras continúa la Semana de la Moda de manera virtual: presentando la colección en lo que Virgil denomina Ebonics/Snake Oil/The Black Box/Mirror, Mirror, el prolífico diseñador explicó que la colección examina los “prejuicios inconscientes inculcados en nuestra psique colectiva por las normas arcaicas de la sociedad”. El desfile FW21 comenzó con un performance del poeta y músico Saul Williams y contó con una enérgica actuación del rapero Mos Def.

El desfile, transformado en un cortometraje dirigido por Wu Tsang, comienza en una ladera nevada de Suiza. Saul Williams muestra las últimas prendas de vestir de Louis Vuitton con una de las principales atracciones de la temporada, un bolso monograma cromado. La cámara cambia de escenario y se desplaza a una sala inundada de luz en el Tennis Club de París con impresionantes estructuras de mármol verde mientras los modelos se mueven como si fueran viajeros. Las escenas en su conjunto crean una oda al ensayo del reconocido escritor y activista gay estadounidense James Baldwin, Stranger in The Village, que señala las experiencias de Baldwin en un pequeño pueblo suizo y, más tarde, su vida en América como hombre afroamericano.

En la colección, Abloh hace hincapié en el tema del “arte de viajar” con figuras de aviones en los botones de los abrigos, accesorios con un lema adjunto de “turistas contra puristas”, e incluso modelos que llevan maquetas a escala de Chicago y Nueva York. Con atracciones turísticas reconocibles al instante, como la Torre Eiffel y los rascacielos que conforman el horizonte de Chicago, la representación de las dos metrópolis resalta a fondo su importancia cultural.

Los looks tridimensionales también incluía dos edificios modernos: la pirámide del Grand Louvre del arquitecto chino-estadounidense Im Pei y una sección del Centro Pompidou diseñada por Richard Rogers y Renzo Piano. Si bien recordamos, Abloh estudió arquitectura en el Instituto Tecnológico de Illinois, en Chicago, donde el arquitecto modernista Ludwig Mies van der Rohe dirigía el departamento de arquitectura en los años 40 y 50 y construyó el Crown Hall.

La colección en sí presentaba una combinación de elementos de diseño clásicos y sin límites: trajes y los accesorios llamativos que uno esperaría de Louis Vuitton, incluyendo zapatos con punta de metal y una bolso reflectivo cubierta con el logotipo de LV. Gran parte de la línea se representó en verde kelly, y las líneas de género se difuminaron con hombres que llevaban faldas y guantes de cuero apretados sobre el codo. A continuación, un vistazo al resto de la AW 21 de LV.

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