El partido gobernante en Hungría, Fidesz, liderado por el primer ministro Viktor Orbán, ha presentado un proyecto de ley que busca prohibir el desfile del Orgullo LGBTQI+I en Budapest y multar a los participantes. Esta medida se justifica bajo la llamada “ley de defensa de menores”, aprobada en 2021, que prohíbe la “promoción” de la homosexualidad a menores y ha sido ampliamente criticada por organizaciones internacionales y la Unión Europea. La propuesta también incluye el uso de software de reconocimiento facial para identificar a los asistentes al evento.

La legislación propuesta establece que organizar o participar en eventos que violen las leyes de “protección infantil” será considerado una infracción, sancionada con multas de hasta USD $600. Según el gobierno, estas medidas buscan “garantizar el desarrollo físico, mental y moral adecuado de los niños”. Sin embargo, grupos defensores de derechos humanos han señalado que estas políticas fomentan estereotipos negativos y discriminación hacia la comunidad LGBTQI+. Lo más preocupante es que el proyecto de ley tiene muchas probabilidades de ser aprobado, ya que la coalición gobernante cuenta con una mayoría de dos tercios en el Parlamento.

En consecuencia, el desfile del Orgullo de Budapest, que lleva celebrándose 29 años, podría enfrentarse a su cancelación este verano. En febrero, Orbán ya había desalentado públicamente a los organizadores del evento, calificándolo como una “pérdida de tiempo y dinero”. Además, Gergely Gulyás, jefe de gabinete del primer ministro, sugirió que el evento debería realizarse en un lugar cerrado para evitar su impacto público.

La controvertida ley de 2021 no solo limita las expresiones públicas relacionadas con la homosexualidad, sino que también restringe la educación sobre temas LGBTQI+ en las escuelas y obliga a las librerías a vender libros sobre estos temas en sobres cerrados. Estas restricciones han sido calificadas como homófobas por diversas ONG y han generado tensiones con la Unión Europea, que acusa al gobierno húngaro de socavar los derechos fundamentales.

Desde su llegada al poder en 2010, el gobierno de Orbán ha impulsado una agenda ultraconservadora que incluye modificaciones constitucionales para definir el matrimonio exclusivamente como la unión entre un hombre y una mujer y prohibir la adopción por parejas del mismo sexo. Estas políticas han sido acompañadas por un discurso oficial que deshumaniza a opositores políticos y refuerza una narrativa nacionalista contra influencias extranjeras.

Share Twitter Facebook Whatsapp Copy link

Despues de leer, ¿qué te pareció?