Trump exige la rendición incondicional de Irán en plena escalada de tensión con Israel

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió este martes la “rendición incondicional” de Irán en medio de una escalada de ataques entre Israel e Irán. Trump, que abandonó de forma abrupta la cumbre del G-7 en Canadá, declaró que sabe “exactamente dónde se esconde el llamado ‘líder supremo’” de Irán, Ali Jameneí, y lo calificó como “un blanco fácil”, aunque aclaró que no planea eliminarlo “al menos por ahora”. El mandatario advirtió que la paciencia de Washington “se está agotando” y subrayó: “No queremos que se lancen misiles contra civiles o soldados estadounidenses”.
En sus mensajes en la red Truth Social, Trump insistió en que Estados Unidos tiene “control total y absoluto de los cielos sobre Irán” y reiteró que no permitirá que Teherán desarrolle armas nucleares. “IRÁN NO PUEDE TENER ARMAS NUCLEARES”, escribió en mayúsculas, al tiempo que instó a los habitantes de Teherán a evacuar la ciudad “de inmediato” ante el riesgo de nuevos ataques.

El Pentágono ha reforzado su presencia militar en Oriente Próximo con el despliegue de aviones de combate F-16, F-22 y F-35, en respuesta a la intensificación de los ataques entre Israel e Irán. Mientras tanto, Israel ha lanzado múltiples ofensivas contra instalaciones nucleares y militares iraníes, lo que ha provocado la muerte de más de 220 personas y ha dejado más de 1.300 heridos en Irán desde el viernes pasado.
Trump también abordó la posibilidad de enviar al vicepresidente J.D. Vance y al enviado especial Steve Witkoff para dialogar con representantes iraníes, aunque matizó que “no tengo muchas ganas de negociar”. El presidente ha dejado claro que su objetivo es un “final real” al conflicto, no solo un alto el fuego, y reiteró que la única solución aceptable es la rendición total de Irán. Además, ha intentado distanciarse de los ataques israelíes, afirmando que Estados Unidos no ha participado directamente en las operaciones militares.
Israel, por su parte, justifica sus ataques como una medida “preventiva” para frenar el avance del programa nuclear iraní y protegerse de una amenaza existencial. El gobierno israelí sostiene que la ofensiva busca impedir que Irán se acerque a la fabricación de armas atómicas y que continuará mientras sea necesario para neutralizar esa capacidad.
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