El máximo tribunal de Corea del Sur anuló esta semana la condena de un tribunal militar de 2019 a dos soldados condenados a penas de prisión suspendidas por tener una relación entre personas del mismo sexo, en un fallo aclamado por un grupo de derechos como un paso histórico contra una ley muy criticada. El Tribunal Supremo dijo que la condena del tribunal militar no tuvo en cuenta si las relaciones de los acusados, que tuvieron lugar en un espacio personal, fueron consentidas, y por lo tanto restringió excesivamente su derecho a la autodeterminación sexual.

“Castigar estos hechos podría (…) vulnerar el derecho a la igualdad, la dignidad y el valor como personas y el derecho a buscar la felicidad que garantiza la Constitución”, dijo el Tribunal Supremo en su sentencia. La actividad homosexual no es ilegal para los civiles surcoreanos, pero las relaciones entre hombres del mismo sexo en el ejército han sido objeto de castigo penal. El Ministerio de Defensa dijo que revisaría a fondo “la intención de la sentencia del Tribunal Supremo”. En el pasado, las autoridades surcoreanas han defendido el código militar contra las relaciones entre personas del mismo sexo como algo necesario para “mantener la disciplina”.

Los dos hombres fueron acusados en 2017 por mantener relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, mientras estaban fuera de servicio y fuera de su base, lo que se castiga con hasta dos años de prisión según la Ley Penal Militar. Los grupos de derechos humanos llevan años pidiendo a Corea del Sur que despenalice las relaciones entre personas del mismo sexo en el ejército, advirtiendo que las leyes alimentan la violencia y la discriminación contra los soldados homosexuales. “Esta sentencia del Tribunal Supremo marcará un hito en el largo debate sobre esta ley”, declaró el Centro de Derechos Humanos Militares de Corea en un comunicado.

La ley militar está siendo revisada en el Tribunal Constitucional tras la presentación de numerosas peticiones en su contra, y el centro instó al tribunal a completar rápidamente su revisión de lo que calificó como una ley “anticuada y mala”. La muerte el año pasado de la primera soldado transgénero conocida en Corea del Sur desencadenó el debate sobre el trato que reciben los miembros de las minorías sexuales en el ejército, en un país que exige que todos los hombres sanos sirvan durante al menos 18 meses.

La soldado, Byun Hui-su, fue encontrada muerta en su casa un año después de ser dada de baja por haberse sometido a una cirugía de reasignación de género.

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