Tres ex bailarinas de Lizzo la demandan por acoso sexual, ambiente laboral hostil y fat shaming
Tres ex bailarinas de Lizzo están demandando a la cantante, alegando acoso sexual y acusándola de crear un ambiente de trabajo hostil. También hay acusaciones de que Lizzo presionó a una de ellas para interactuar con una artista desnuda en contra de su voluntad en Ámsterdam, y que la superestrella del pop ha avergonzado y degradado a los miembros de su personal en función de su apariencia y peso. La demanda, reportada por primera vez por NBC News, fue presentada el martes en el Tribunal Superior de Los Ángeles y también nombra a la productora de Lizzo, Big Grrrl Touring, Inc., y a Shirlene Quigley, capitana del equipo de baile de Lizzo, como demandados.
La demanda, presentada por las bailarinas Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodriguez, alega que los acusados crearon un ambiente de trabajo hostil a través del acoso religioso, sexual y racial. Las bailarinas están demandando por daños y perjuicios por angustia emocional, incluidos salarios impagos, pérdida de ingresos y honorarios de abogados. Según NBC News, que vio la demanda, Quigley está acusada de hacer proselitismo religioso con otras bailarines y avergonzar a quienes tuvieron relaciones sexuales prematrimoniales, al tiempo que discutía fantasías sexuales lascivas, simulaba sexo oral y discutía públicamente sobre la virginidad de una de las demandantes. Lizzo, por su parte, está acusada de hacer críticas “poco veladas” sobre el peso de Davis. La demanda alega que la cantante le dijo a Davis que parecía “menos comprometida” con su papel en el equipo de baile, un comentario que Davis cree que se basó en su tamaño.
Sin embargo, las acusaciones más impactantes provienen de febrero de este año, cuando el grupo estaba de gira en Ámsterdam e hizo una visita posterior al espectáculo a un club de striptease. La demanda alega que, si bien Lizzo solía organizar afterparties no obligatorias, quienes asistían a menudo eran tratadas mejor por la cantante y se les concedía más seguridad laboral. En el club, llamado Bananenbar, Lizzo “comenzó a invitar a los miembros del elenco a turnarse para tocar a los artistas desnudos, atrapar los consoladores lanzados desde las vaginas de las artistas y comer plátanos que sobresalían de las vaginas de las artistas”, dice la demanda. “Lizzo luego dirigió su atención a la Sra. Davis y comenzó a presionar a la Sra. Davis para que tocara los senos de una de las mujeres desnudas”. Al principio, dice la demanda, Davis se negó, pero Lizzo supuestamente se mantuvo firme y comenzó un cántico que eventualmente se volvió tan fuerte y estridente que Davis cedió y tocó a la artista.
Las demandantes afirman que, solo un mes después, Lizzo, de 35 años, las engañó una vez más para que asistieran a un espectáculo de desnudos en París, “robándoles así la opción de no participar”, informa Jezebel. Davis también alega que en un momento se vio obligada a “ensuciarse” en el escenario durante una nueva audición “insoportable”, “temiendo las repercusiones” de excusarse para ir al baño. Todas las bailarinas detrás de la demanda comenzaron a trabajar con Lizzo en 2021. Davis y Williams se unieron al equipo de baile de Lizzo para la serie de reality de Amazon, Watch Out for the Big Grrrls. Rodríguez fue contratada después de aparecer en el video Rumors 2021 de Lizzo. Williams fue despedida del equipo en abril de este año, poco después de discutir con Lizzo, pero dice que le dijeron que la dejaron ir debido a “recortes presupuestarios”. Davis afirma que fue despedida un mes después, en mayo, luego de que Lizzo descubriera que había hecho una grabación de audio de las notas de desempeño que le habían dado. Mientras tanto, Rodríguez dijo que renunció públicamente al equipo en solidaridad con sus compañeras que estaban siendo maltratadas.
Pitchfork informa que la demanda afirma que Lizzo, después de escuchar la renuncia de Rodríguez, “se acercó a la Sra. Rodríguez agresivamente, gritando blasfemias, tronándose los nudillos y apretando los puños aparentemente preparándose (para) atacar”. Lizzo supuestamente gritó: “Eres tan jodidamente afortunada” y la apartaron. Rodríguez está demandando a Lizzo por asalto por este incidente. “La naturaleza deslumbrante de cómo Lizzo y su equipo de gestión trataron a sus artistas parece ir en contra de todo lo que Lizzo representa públicamente, mientras que en privado avergüenza a sus bailarinas y las degrada de maneras que no solo son ilegales sino absolutamente desmoralizantes”, dijeron las demandantes a través de su abogado, Ron Zambrano, en un comunicado proporcionado a los medios.
Tras la noticia, la cineasta Sophia Nahli Allison escibió en Twitter diciendo que “abandonó” la dirección de un documental sobre Lizzo por cómo la trataba la cantante. La directora nominada a un Oscar, escribió en Twitter el martes que Lizzo demostró un “abuso de poder” durante el breve tiempo que pasaron juntas. “En 2019, viajé un poco con Lizzo para ser la directora de su documental. Me alejé después de 2 semanas. Fui tratada con tal falta de respeto por ella”, escribió Allison. “Fui testigo de lo arrogante, egocéntrica y poco amable que es”, dijo. “No me protegió y me lanzó a una situación de mierda con poco apoyo. Mi espíritu me dijo que corriera tan rápido como pudiera y estoy muy agradecida de haber confiado en mi instinto”. Hasta ahora, Lizzo no ha respondido a las acusaciones.
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