Tras abuso sexual de menores, el Vaticano disuelve en Perú el poderoso grupo ultraconservador Sodalicio
El Papa Francisco tomó esta semana la decisión de disolver el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), un influyente grupo católico en Perú, tras una serie de escándalos relacionados con abusos sexuales a menores y corrupción económica. Esta decisión se enmarca dentro de un proceso de investigación que ha revelado múltiples denuncias de conducta inapropiada por parte de sus miembros, lo que ha generado una profunda crisis dentro de la organización y en la comunidad católica peruana.
El Sodalicio fue fundado en 1971 por Luis Fernando Figari y se caracterizó por su enfoque ultraconservador y su fuerte influencia en diversos sectores de la sociedad peruana. Sin embargo, a lo largo de los años, han surgido numerosas acusaciones que apuntan a un patrón de abuso y manipulación, lo que llevó a la Santa Sede a tomar cartas en el asunto. La disolución del grupo fue revelada a través de un comunicado en su misma página web.
La decisión del Papa se produce después de que se realizaron investigaciones exhaustivas sobre las denuncias de abusos sexuales y otros comportamientos delictivos dentro del Sodalicio, impulsadas por testimonios de ex miembros y víctimas, quienes denunciaron un ambiente de control y abuso sistemático. Los miembros de la organización se dedicaban a evangelizar a jóvenes y pobres bajo “los compromisos de obediencia y de celibato apostólico” pero en 2018, Francisco ordenó intervenir el SVC, tras una serie de denuncias sobre abusos sexuales cometidos por cuatro líderes de la organización durante casi tres décadas.
El escándalo salió a la luz gracias a la publicación del libro Mitad monjes, mitad soldados de los periodistas peruanos Pedro Salinas y Paola Ugaz, que reúne los testimonios de varias de las víctimas. Posteriormente, una investigación interna concluyó que entre los agresores estaba su fundador, el laico peruano Luis Fernando Figari, que junto a otros miembros del grupo “abusaron sexualmente de 19 menores y 10 mayores” entre 1975 y 2002, causando la expulsión de Figari de la organización por parte del Vaticano.
El Sodalicio también es responsable de corrupción, pues la organización creó “un imperio empresarial” de aproximadamente USD $1.000 millones, con inversiones en el sector inmobiliario, industrial, minería, colegios y sanidad, y con un presunto sistema de blanqueo de dinero a través de paraísos fiscales de Panamá e Islas Vírgenes.
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