¿Sufres de depresión leve? Estos dos cambios en tu estilo de vida te ayudan tanto como la terapia, según estudio

¿Te ha pasado que cuando sientes depresión lo primero que te aconsejan es que comas mejor y hagas ejercicio? Al parecer hay algo de cierto en esas recomendaciones, al menos para quienes sufren de depresión leve: Un estudio reciente realizado por Adrienne O’Neil, profesora del Centro de Alimentos y Estado de Ánimo de la Universidad Deakin y Sophie Mahoney, Investigadora Asociada del Centro de Alimentos y Estado de Ánimo de la Universidad Deakin de Australia, sugiere una conexión significativa entre la dieta, la actividad física y la salud mental. El estudio, publicado recientemente en The Lancet, encontró que mejorar la dieta y aumentar la actividad física puede ser tan efectivo como la terapia con un psicólogo para tratar la depresión leve.
Durante los prolongados confinamientos por COVID en Victoria, los servicios de salud mental presenciales eran limitados y los niveles de angustia eran altos. Las investigadoras entonces buscaron a personas con angustia elevada, lo que significa al menos una depresión leve sin necesariamente tener un trastorno mental diagnosticado. Ambas se asociaron con los servicios locales de salud mental para reclutar a 182 adultos, proporcionando sesiones grupales a través de Zoom. Los participantes asistieron hasta seis sesiones en ocho semanas, facilitadas por profesionales de la salud. La mitad de los participantes fueron asignados a un programa de estilo de vida dirigido por un nutricionista y un fisioterapeuta, mientras que la otra mitad participó en sesiones de psicoterapia dirigidas por psicólogos.
El programa de estilo de vida se centró en objetivos de nutrición y actividad física, como comer una variedad de alimentos, elegir alimentos vegetales ricos en fibra, incluir grasas de alta calidad, limitar los alimentos de consumo ocasional y participar en actividades físicas agradables. El programa de psicoterapia utilizó la terapia cognitivo-conductual (TCC), que se considera el estándar de oro para tratar la depresión. Ambos grupos continuaron con cualquier tratamiento existente, como tomar medicamentos antidepresivos, y recibieron libros de trabajo y paquetes adaptados a su programa.
El estudio encontró que tanto los programas de estilo de vida como los de psicoterapia fueron igualmente efectivos para reducir los síntomas de la depresión. Durante ocho semanas, los participantes del programa de estilo de vida vieron una reducción del 42% en los síntomas de depresión, mientras que los del programa de psicoterapia experimentaron una reducción del 37%. La diferencia no fue estadísticamente ni clínicamente significativa, lo que indica que ambos tratamientos fueron igualmente efectivos. Además, los participantes en el programa de estilo de vida mejoraron su dieta, y los del programa de psicoterapia informaron un aumento en el apoyo social. Ambos grupos también aumentaron sus niveles de actividad física.
El estudio sugiere que los profesionales de la salud aliados especializados en dieta y ejercicio podrían ayudar a llenar el vacío. Combinar terapias de estilo de vida con sesiones psicológicas podría proporcionar atención multidisciplinaria, especialmente para aquellos en listas de espera para ver a psicólogos. Las investigadoras dicen que necesita una mayor formación y capacitación para integrar a los nutricionistas y fisioterapeutas en la atención de salud mental. Los hallazgos del ensayo son prometedores, y se está llevando a cabo una investigación adicional para replicar estos resultados en individuos con condiciones de salud mental más graves, como la depresión mayor o el trastorno bipolar.
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