Stella McCartney continúa su compromiso con la sustentabilidad y planea seguir dejando su huella positiva en el mundo de la moda. Esta vez, la modista británica eligió colocar hojas de datos de sostenibilidad en los asientos del Palais Garnier, el escenario de su espectáculo primavera-verano 2020, en vez de las notas del programa elaboradas tradicionalmente en papel.

“El mundo está clamando un cambio y es nuestra responsabilidad actuar ahora”, aseguró McCartney, quien usó algodón orgánico y poliéster reciclado para la elaboración de todas las piezas de esta colección. 

“La generación más joven está de pie y nos dice que nuestra casa está en llamas y que debemos responder como si estuviéramos en una crisis, porque de hecho es una crisis… Es hora de despertar. Este es el futuro de moda, no solo una tendencia”. 

Aparte del poliéster reciclado, el 100 por ciento del denim usado para esta colección es orgánico o reciclado. Adicionalmente, las bolsas fueron creadas por artesanas en Madagascar, implementando rafia natural en comunidades que trabajan para apoyar la conservación y combatir la deforestación.

La confección y las prendas de punto también marcan la misión de McCartney de “crear un producto que todavía sea sexy, deseable y lujoso, y que no sea un vertedero”. Asegura que “el mundo de la moda debe aceptar que existe el calentamiento global y debemos hacer lo que sea necesario para dejar una huella positiva”.

McCartney confiesa que cualquier marca de moda en un ciclo de producción de creación de novedad está contribuyendo al problema. No obstante, asegura que su negocio está “rompiendo los límites todos los días para encontrar soluciones que existen”. 

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