Sigur Rós en Chile: Una espiral de energía tribal, industrial y progresiva

Por primera vez en Latinoamérica el trío islandés Sigur Rós se presentó en Chile y las expectativas eran altas, pero nadie sabía muy bien qué esperar. Lo que sabíamos era que durante el tour que han venido realizando durante los últimos meses no habían interpretado sus canciones más icónicas, y que siempre viajan con un espectáculo de muy alto nivel, sobre todo cuando se trata de luces.
La cita era a las 21:00 horas y vimos a Jónsi y compañía salir al escenario a las 21:15. La ovación del público fue inmediata y partió el concierto con Á. Como era de esperarse, la obertura fue meditativa, calmada, viajera, silenciosa, pulcra y minimalista. El público estaba inmutado y se podía escuchar el silencio entre las notas y acordes, mientras que en cancha, los asistentes comenzaban a moverse de a poco en un mar de sombras que parecía inerte.
Como muchos saben, en la mayoría de sus canciones, Jónsi no canta en islandés, sino en una lengua inventada llamada Vonlenska (proveniente de Von, esperanza; e Islenska, islandés), por lo que mucha gente tiende a pensar que cantan en su idioma nativo. Para el grupo, esta lengua les permite evocar muchas más emociones que significados en particular, por lo cual el concierto y lo que se canta, cala en cada uno de sus espectadores de forma subjetiva y particular, haciéndonos coautores de cada una de las sílabas que salen de la boca de Jónsi.

Sigur Rós en Chile. Fotografía. Carlos Müller/Lotus Producciones
En el tercer tema, Glósóli del álbum Takk, todo cambió: la intro fue la misma del disco, pero a medida que avanzaba la canción, la batería y el bajo comenzaban a mostrar un ritmo tribal y crudo, nos comenzábamos a escapar del ambientalismo y la calma que se espera de Sigur Rós para entrar a una espiral de energía, riffs distorsionados y post-rock.
Cada tema tenía su introducción de estudio, pero gradualmente llegaban notas inesperadas para sumergirnos en una narrativa fuera de este mundo. Para la sorpresa de muchos, la meditación y el viaje místico minimalista desaparecía, acallado por una fuerza visceral, a ratos industrial y a ratos progresiva en los temas Saeglopur, Ny Baterri y cerrando con Popplagið. Eran líneas de bajo fuertes, baterías en trance estricto y la voz inmaculada de Jónsi, haciendo de chamán en este ritual.
Lo que presenciamos esa noche fue a una banda de post-rock de tomo y lomo: suponemos que la meditación y la nostalgia quedan para los discos en cada una de las casas y ambientes íntimos. Sigur Rós fue distinto en vivo, una hora y media irreplicable en cualquier lista de Spotify. A continuación les dejamos el setlist de la noche:
- Á
- Ekki Múkk
- Glósóli
- E-Bow
- Dauðalagið
- Fljótavík
- Niður
- Óveður
- Sæglópur
- Ný Batterí
- Vaka
- Festival
- Kveikur
- Varða
- Popplagið (encore)
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