Los propietarios o vendedores de relojes con los colores del arco iris fabricados por el fabricante suizo de relojes Swatch se enfrentan a tres años de cárcel en Malasia, según anunció esta semana el Ministerio del Interior, mientras el país de mayoría musulmana arremete contra los “símbolos LGBTQI+” que, según dice, podrían “dañar la moral”.

El pasado mes de mayo, la unidad encargada de hacer cumplir la ley del Ministerio del Interior de Malasia hizo una redada en las tiendas Swatch de 11 centros comerciales de todo el país, incluida la de la capital, Kuala Lumpur, en busca de relojes con lo que denominó “elementos LGBTQI+”. Cualquiera que “imprima, importe, produzca… o tenga en su posesión” tales artículos se enfrenta ahora a penas de cárcel de hasta tres años, según informó el Ministerio en un comunicado. Cualquier persona que lleve o distribuya los relojes también podría ser multada con 20.000 ringgit malasios (unos USD $6.650), según el aviso de prohibición.

“El gobierno de Malasia se ha comprometido a prevenir la difusión de elementos que son perjudiciales o pueden ser perjudiciales para la moral”, dijo el ministerio. Los relojes “pueden perjudicar… los intereses de la nación al promover, apoyar y normalizar el movimiento LGBTQI+, que no es aceptado por el público en general”. En mayo, un funcionario del Ministerio declaró que en las redadas se habían incautado 172 relojes por un valor de USD $14.000 porque llevaban el acrónimo “LGBTQ” y tenían seis colores en lugar de los siete del arco iris. La bandera arco iris del Orgullo, de seis colores, es uno de los símbolos LGBTQI+ más conocidos en todo el mundo.

Según la citación judicial, la incautación se basó en la Ley de Imprentas y Publicaciones de 1984, que los críticos han tachado de draconiana. Swatch presentó en junio una demanda contra el gobierno malasio por la incautación, alegando que los relojes “no promovían ninguna actividad sexual, sino simplemente una expresión divertida y alegre de paz y amor”. Los derechos LGBTQI+ en Malasia han sido objeto de escrutinio después de que el mes pasado el gobierno suspendiera un festival de música en Kuala Lumpur.

La medida se tomó después de que Matt Healy, líder del grupo británico de pop rock The 1975, besara a un compañero en el escenario y criticara las leyes anti-LGBTQI+ del país. La prohibición se produce antes de las elecciones en seis estados de Malasia, que servirán de barómetro del sentimiento público hacia el gobierno de unidad del Primer Ministro Anwar Ibrahim frente a una poderosa oposición formada por partidos políticos malayo-musulmanes. Anwar ha sido criticado por la oposición, que alega que no está haciendo lo suficiente para proteger los valores islámicos de Malasia. Anwar afirma que su gobierno no apoyará los derechos del colectivo LGBTQI+.

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