Vladimir Putin firmó esta semana una nueva y controvertida ley que prohíbe la reasignación quirúrgica de género en Rusia, en lo que supone un nuevo golpe a la población LGBTQI+ del país. Las medidas represivas contra la comunidad LGBT+ y las minorías de género en el país no han hecho más que aumentar desde la invasión a gran escala de Ucrania el año pasado, mientras el presidente ruso busca popularidad entre los ciudadanos.

La última medida adoptada por Putin el lunes supone el último paso de Rusia para ilegalizar los procedimientos de reafirmación de género y privar a la población trans de su derecho a acceder a estos servicios. El proyecto de ley, aprobado por unanimidad por ambas cámaras del Parlamento ruso y firmado por Putin, prohíbe cualquier “intervención médica destinada a cambiar el sexo de una persona”, así como el cambio de género en documentos oficiales y registros públicos.

Según el proyecto de ley, solo se harán excepciones para una lista de intervenciones médicas permitidas “relacionadas con el tratamiento de anomalías fisiológicas congénitas en niños”, y esta lista de estas “anomalías infantiles” será elaborada por el Kremlin. Adicionalmente, la ley anulará los matrimonios de parejas que hayan cambiado de género tras adoptar niños, pues esta les prohíbe ser padres adoptivos.

La ley es fruto de la cruzada del Kremlin para proteger lo que denomina “valores tradicionales” del país y, según los legisladores rusos, pretende ser una salvaguarda contra la “ideología antifamiliar occidental”. El presidente de la Duma Estatal, Viacheslav Volodin, declaró que la decisión de aprobar el proyecto de ley “protegerá a nuestros ciudadanos y a nuestros hijos”, después de que fuera a someterse a su tercera lectura. El proyecto de ley describía la reafirmación de género como “el camino que conduce a la degeneración de la nación”.

De esta manera, el futuro es aún más sombrío para la población trans rusa, que antes tenía acceso a cirugías de reafirmación de género y tratamientos como la terapia hormonal sustitutiva. “Esta es una ley absolutamente fascista, que priva a las personas del cuidado médico y de cualquier derecho humano básico”, denunció Yan Dvorkin, director del Centro T, una organización de apoyo a las personas transgénero en Rusia. “Es psicológicamente muy difícil para las personas estar preocupadas de que el gobierno te designe como un enemigo del pueblo y te prive de tus derechos, te prive de cualquier asistencia y te deje en un estado ilegal”.

Share Twitter Facebook Whatsapp Copy link

Despues de leer, ¿qué te pareció?