Rusia endureció esta semana su controvertida ley contra la “propaganda” LGBTQI+, prohibiéndola no solo para los niños, sino para todos los adultos. La nueva legislación prohibirá a partir de ahora cualquier publicación pro-LGBTQI+ en la publicidad, los medios de comunicación, los libros, las películas y las producciones teatrales rusas.

Los legisladores rusos aprobaron por unanimidad el proyecto de ley en su primera lectura en el Parlamento el jueves. Los grupos internacionales de derechos humanos llevan tiempo denunciando la ley rusa de “propaganda” de 2013 por ahogar el debate público y violar los derechos de los ciudadanos LGBTQI+. La presidenta de la Red LGBT, Natalia Soloviova, declaró que la nueva ley podría provocar un aumento de los delitos de odio y “creará una situación en la que nadie podrá hablar abiertamente o de forma positiva sobre las personas LGBTQ”.

Quienes sean declarados culpables se enfrentan a una multa de hasta 400.000 rublos (unos USD $6.000) y pueden incluso ser expulsados por Rusia si son extranjeros. La multa para las empresas podría ser de hasta 5 millones de rublos (unos USD $80.o00). Anteriormente, la “promoción de relaciones sexuales no tradicionales” o la “negación de los valores familiares” estaban prohibidas para cualquier ciudadano ruso menor de 18 años.

La nueva ley también prohíbe cualquier manifestación o publicación infantil sobre la transición de género. Algunos defensores de los derechos creen que provocará un aumento de la violencia callejera, como Boris Konakov, un activista LGBTQI, que dice que le cuesta comprender la situación en la que se encuentra ahora. “Realmente no lo entiendo”, dijo Konakov. “El Estado dice que soy propaganda, que mi personalidad es propaganda, que mi actividad es propaganda. Mi cara, que es medio de titanio, sufrió hace tiempo la homofobia. Así que estoy más traumatizado por esta propaganda rusa. Es más traumática para mí”.

Sin embargo, el diputado de la Duma Alexander Khinshtein dijo que el proyecto de ley no tiene como objetivo prohibir la comunidad, solo prohibir la promoción de todo lo que no sea heterosexual. “Nuestro proyecto de ley no es un acto de censura. No prohibimos el fenómeno LGBT. No prohibimos que se mencione, sólo decimos que debe prohibirse la propaganda, es decir, la promoción positiva, el elogio, de que esto es normal, y tal vez incluso mejor que las relaciones sexuales tradicionales”, explicó Khinshtein. La ley se someterá a dos lecturas más por parte de los legisladores rusos antes de pasar a la aprobación del Presidente Vladimir Putin.

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