Tove Lo
Dirt Femme

Tove Lo se dio a conocer al público de todo el mundo a principios de la década de 2010 con su exitoso single Habits. Ahora, casi una década después, vuelve a presentarse, esta vez como artista independiente, con pleno control de su visión y su ejecución desde la grabación hasta el lanzamiento. Dirt Femme, el quinto álbum de estudio de Tove Lo y el primero de su sello independiente Pretty Swede, es algo más que una colección de bops de sintetizador pop para que la gente se mueva: para ella fue una forma catártica de hacer las paces con su sexualidad y su expresión exterior. “Dirt Femme trata de mí y de mi relación con mi feminidad”, dijo en un comunicado sobre el proyecto. “Cuando empecé como escritora y artista, solía ver mis rasgos femeninos como más débiles y potenciaba mis rasgos masculinos para salir adelante en la vida. Siento un gran cambio energético en mi entorno desde entonces y este álbum refleja las diversas formas en que mi lado femenino me ha ayudado y perjudicado”. Dirt Femme es un renacimiento para ella, ya que la cantante sueca está empezando de nuevo como artista, esta vez sin estar bajo el control de una gran discográfica. “Se siente como si fuera la primera vez que saco un álbum”, comentó en una entrevista antes de su lanzamiento. “Resulta extraño decir eso, ya que siempre soy muy personal con mis álbumes, pero siento que hay un elemento aún más profundo en éste”.
El tema de apertura y también el primer single, No One Dies From Love, marca el tono de la primera parte del álbum con unos bajos profundos y contundentes y unos sintetizadores aireados son el telón de fondo de unas voces pop muy afinadas, mientras la balada True Romance palpita con sintetizadores que crecen lentamente hasta alcanzar un crescendo, mientras las voces cambian hábilmente entre ser nítidas y delicadas, y tan poderosas que casi estallan. La moderación impregna tanto las voces como la producción de la primera parte del álbum, lo que facilita la absorción de los temas tratados en las letras. La personalidad de Tove se caracteriza en muchos casos por su gran confianza en sí misma — un espíritu libre, frío y arrogante, con un control absoluto —, así que cuando habla de cómo lucha contra el odio a sí misma y los trastornos alimentarios en Grapefruit resulta algo inesperado, pero increíblemente conmovedor. Podríamos decir que Dirt Femme es una especie de caballo de Troya lleno de producciones pop aptas para la pista de baile que no pocas veces explotan en una forma de euforia musical fugaz y mortalmente ligera, pero que al mismo tiempo contiene mucha más oscuridad de lo que el alegre paisaje sonoro quiere hacer creer.
Adentrarse en las emociones oscuras es una de las mayores fortalezas de Tove Lo: es como su sello de fábrica, pero en esta oportunidad lo hace parecer nuevo al profundizar en la vulnerabilidad. Es precisamente esta intersección la que constituye su grandeza, al ser capaz de escribir sobre temas difíciles y vergonzosos como los celos, el desamor y los trastornos alimenticios con un tono honesto y de humor ácido y convertirlo en canciones pop irresistibles. Esta vez también es más melódica y las letras se sienten (en su mayoría) más elaboradas. Además, Tove muestra un mayor rango y dinamismo con canciones como Suburbia, en donde utilizando líneas líricas mordaces, matiza su miedo a secarse espiritualmente en una serenata kitsch barrida por los sintetizadores sobre no querer tener hijos y jugar a la familia, mientras que en I’m To Blame, se enfrenta a sus profundas tendencias de autosabotaje en un track que suena como un homenaje más rock a Oasis. Sin embargo, la principal inspiración proviene de la música disco y de la música electrónica de baile, tanto de los 80 como de principios de los 00, que alcanza su punto álgido en el sampling de Popcorn en 2 die 4. Es la primera vez que Tove trabaja con el sampleo y parece que le gustó, pues Kick In The Head, por ejemplo, hace lo mismo con su propia canción Disco Tits de 2017.
Su voz y su arte desencadenado brillan a lo largo de los 40 minutos de duración del álbum, al que se unen invitados especiales como Channel Tres, First Aid Kit y SG Lewis. En la primera de las dos colaboraciones con el productor de house SG Lewis, tanto el tempo como el volumen se elevan: Call on Me, si bien busca ser un banger, ahoga las voces de Tove en un mar de bucles de sintetizador genéricos y cajas de ritmos. Por su parte, la guitarra acústica de First Aid Kit rompe por completo el resto del paisaje sonoro del álbum y la collab de Channel Tres pasa sin pena ni gloria en Attention Whore, pero en la segunda coproducción con SG Lewis, finalmente Tove alcanza ese punto perfecto de pop sexy sobre una línea de bajo que rebota de forma totalmente desinhibida y sin reservas. Su capacidad para asumir con seguridad su sexualidad a pesar de las miradas críticas se ha convertido en un punto de vista que siempre apreciamos.
En conjunto, Dirt Femme muestra la versatilidad de Tove Lo e impresiona tanto por su contenida vulnerabilidad como por su magnífica confianza, pero hay un largo camino entre ambos polos. Después de un buen comienzo, es como si el álbum partiera de cero, y la segunda parte solo alcanza ocasionalmente el mismo nivel pues se fragmenta demasiado, pero es interesante escuchar cómo aborda nuevos géneros y expresiones. Es gratificante escuchar que con Dirt Femme, Tove Lo tenga el control creativo total: su música sigue siendo el lema heartbreak you can dance to, pero sin caer en un bucle pop plano y sin personalidad. En general, las canciones están muy bien construidas y producidas, y con la amplitud de moods en el disco, Dirt Femme dan ganas de bailar, de llorar, de follar o escucharlo a todo volumen camino a casa tras una noche en el club. Si bien la mayoría de las colaboraciones no elevan el resto del material, Tove Lo sigue siendo un veneno pop exquisito.
Escucha Dirt Femme en su totalidad a continuación.
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