Review: Kacey Musgraves, "Deeper Well"

Durante los últimos años, Kacey Musgraves ha pasado de forma lenta pero segura del country contemporáneo de Nashville al pop de cantautora: desde el brillante debut Same Trailer Different Park con su sonido clásico, hasta su nuevo álbum, Deeper Well, con un toque musical suave y ligeramente alternativo. Para Musgraves, un país machista con valores conservadores nunca ha sido de su agrado. Lo demostró cuando las letras sobre la homosexualidad y la marihuana en su primer éxito, Follow Your Arrow, molestaron a los tradicionalistas más conservadores de Estados Unidos, y prácticamente le dieron la espalda en las estaciones de radio del country, así como en las entregas de premios del género. Once años y cuatro álbumes después debutar, es imposible calificar a la cantante y compositora como artista country. No es que importe, pues hoy en día muchos géneros se mezclan tan bien que la división se vuelve difícil. Pero es injusto no mencionar que Musgraves se ha consolidado en el mundo del country alternativo desde hace bastante tiempo, en particular con su álbum Golden Hour, ganando numerosos premios en su estilo musical. Atrás quedaron los temas sobre weed o su divorcio del cantante de country Ruston Kelly: Kacey finalmente está floreciendo y su poesía se expresa a través de la astrología.

Ariana Grande y SZA han explicado en canciones recientes que Saturno está de regreso, lo cual es una fuente de inspiración porque, al parecer, este tránsito astrológico es sinónimo de caos. Qué mejor que sentirse perturbada por las estrellas para contar poéticamente los reveses de una convulsa vida cotidiana. De esta manera, en Deeper Well, la primavera se siente a la vuelta de la esquina, los paseos a primera hora de la tarde van acompañados de un delicado rayo de sol, y Musgraves creó un álbum luminoso para realzarlo todo en una relajante caminata de cuarenta y dos minutos. Si el álbum anterior de Musgraves, Star-Crossed, era un drama de divorcio desgarrador y desnudo, el nuevo disco trata sobre seguir adelante y tratar de estar completo de nuevo. En 14 temas, no son pocas las referencias a trucos terapéuticos probados, aceites curativos, energías, piedras, cristales y el poder cósmico de los anillos de Saturno. Así, la cantante puede abordar temas personales haciéndolos universales a través de la conjunción de los astros. Con cada disco, Musgraves sabe cómo añadir su toque a su base country y folk. Para Deeper Well, se destaca el lirismo: La batería aparece con ligereza y luego un ritmo único para acompañar una guitarra aireada y seca, y su voz toma el relevo, llevando así la atención hacia el cielo, soleado o estrellado. El lugar de la reverberación en su álbum es crucial, incluso omnipresente, y eso marca la diferencia. Sobre todo porque Deeper Well es un disco extremadamente clásico en términos de arreglos y producción. Este folk sedoso, discretamente aumentado con sintetizadores aquí y allá, está muy lejos de las exploraciones sonoras de Golden Hour, así que a nivel musical esto se traduce en canciones muy cuidadas, muy bien empaquetadas, pero a veces demasiado predecibles.

Musgraves produce Deeper Well junto a sus colaboradores de toda la vida, Ian Fitchuk y Daniel Tashian de Nashville, y como siempre, demuestra su entusiasmo por salir de los ámbitos del country puro, incursionando en el psych-pop, el folk, el rock y la americana en el camino, pero encuentra una manera de mantenerlo cohesivo, al menos en su mayor parte. Después de los resultados algo débiles de su disco de 2021 con tendencia pop y R&B, Deeper Well es una revelación, como si Musgraves tropezara con un oasis después de meses en el desierto. La producción comienza de manera perfecta con una de las mejores canciones de Musgraves hasta la fecha: Cardinal, llena de folk al estilo Laurel Canyon, melodías místicas y una guitarra que parece haber sido tejida por Fleetwood Mac en un revoloteo mientras nos canta letras como Cardinal / Are you bringing me a message from the other side? / Cardinal
Are you telling me I’m oon somebody’s mind? / Don’t leave me behind. En la pista que le da nombre al disco, Kacey dice que está en la búsqueda de un pozo más profundo de inspiración y propósito y dejando atrás los malos hábitos… y las malas relaciones. En Lonely Millionaire, incluso formula la vertiginosa constatación de que el dinero no te hace feliz, mientras que en The Architect admira la belleza de una manzana y un valle fértil y quiere conocer al arquitecto detrás de toda esa belleza. Si suena todo un poco vago lo cierto es que Musgraves se sale con la suya en casi todo esto porque continúa escribiendo canciones sólidas y fuera de lo común. Además, Musgraves pertenece al pequeño grupo que logra retratar la felicidad y la nueva esperanza de una manera que realmente parece creíble y significativa. En etas canciones va hilando imágenes de gratitud y amor con un cuidado y una delicadeza que hay que apreciar, como en Dinner With Friends: The feeling you feel when you’re looking at something you made / The layers and ruffles in my favorite pink champagne cake.

Por supuesto, tampoco faltan las líneas más oscuras. El miedo a la fragilidad del amor en una nueva relación también flota sobre las letras de temas como Moving Out, que captura maravillosamente recuerdos de otra vida cuando hay que vaciar una casa y dejar los recuerdos atrás. En temas como Anime Eyes nos lleva a un recodo de ensueño y romanticismo, describiéndonos un cielo de Miyazaki salpicado con remolinos de color psicodélicos, mientras que Too Good To Be True, por ejemplo, da un hermoso toque onírico a la melodía mientras Musgraves admite sus temores de que su pareja se aleje: Please don’t make me regret / Openin’ up that part of myself / That I’ve been scared to give again / Be good to me and I’ll be good to you / But please don’t be too good to be true. Para cerrar la producción, en Nothing To Be Scared Of, Musgraves le abre la puerta de nuevo a la esperanza y el amor, dándole la bienvenida a alguien a su corazón: Come to me and drop your bags / And I’ll help you unpack them / You’re the only one I want to give my love / There’s nothing to be scared of. Suena como un sueño romántico, como lo que necesitamos después de años de dolor, como un propósito y un plan, como esa inspiración en el fondo del pozo que el caos del retorno de Saturno nos dejó de regalo tras la vorágine.

En Deeper Well, Kacey Musgraves nos lleva hasta las raíces acústicas de su música sin perder nunca el sentido del pop. Incluso si las letras a veces se vuelven demasiado cósmicas y de autoayuda, hoy en día hay pocos artistas que canten de manera más creíble y sincera sobre la felicidad. Y sí, la producción podría haber sido una o dos canciones más corta, pero se equilibra hábilmente entre el pop moderno y comercial y la arraigada tradición de Nashville que nuevamente parece difícil hacer otra cosa que quitarnos el sombrero ante una de las artistas más completas de la última década. Musgraves tiene el don de movernos con su música y su dulce voz: El concepto astrológico encaja perfectamente con este álbum y los temas tratados. A pesar de la falta ocasional de un tema cautivador, Deeper Well nos muestra a una mujer adulta que abraza nuevos comienzos. Las sombrías nubes ya se están disipando hacia el final: un millón de pequeñas estrellas estallan, revolotean, listas para una mayor grandeza. Deeper Well es un álbum para sumergirse, y hecho para cualquiera que esté pasando por grandes cambios en su vida. ¿Qué mejor guía y gurú que Kacey Musgraves?

Escucha Deeper Well en su totalidad a continuación.