Review: Jessie Ware, "That! Feels Good!"

No hace mucho leímos por allí que para hacer un álbum disco efectivo se requerían cinco elementos esenciales: sintetizadores analógicos suaves, un optimismo inquebrantable, una voz cálida y un mood con un je ne sais quoi onírico que salpique toda la producción. No podemos negar que gracias a artistas como Dua Lipa, Róisín Murphy y hasta la misma Beyoncé estamos en pleno revival disco y house, a pesar de que el género alcanzó su apogeo hace 44 años y luego cayó en picado a favor de otros sonidos. De un tiempo para acá, la londinense Jessie Ware se ha ocupado de retomar este sonido para una nueva generación, y esos primeros cuatro elementos ya estaban entonces en su álbum What’s Your Pleasure? del 2020, cuando dio un giro de turca más sensual y más hedonista a su discografía para llevarnos a una pista de baile virtual cuando más necesitábamos un poco de euforia escapista. Ahora, Ware no solo retoma el estilo de ese disco, sino que con su nueva producción, That! Feels Good!, alcanza el último ingrediente de los cinco que le faltaba, pues apenas leemos o escuchamos su nombre o uno de sus temas, inmediatamente sabemos que nos dice “llegó la reina de la pista de baile”, algo que solo leyendas como Donna Summer y Diana Ross pueden hacer, y la comparación, aunque suene exagerada, no le va nada mal cuando escuchas el LP.

Anteriormente catalogada como una artista de soul y r&B, Ware se convirtió en una diva de la música disco en ese cuarto álbum de hace tres años; a la vez relajado y bailable, y que fue ampliamente aclamado. Ahora con That! Feels Good!, navega por el mismo terreno impreciso, mitad pista de baile con ritmos sincopados, mitad coro de iglesia con vibraciones soul y funk. Siempre acompañada en la composición por James Ford (el productor que también se desempeña como la mitad de Simian Mobile Disco y ha estado detrás de discos de Arctic Monkeys o Gorillaz) Ware consigue combinar, incluso más que en What’s Your Pleasure?, el estilo de su debut con una efervescencia dance que no puede dejar indiferente a nadie. El par se hace acompañar por Stuart Price en la producción, que en veinte años ha trabajado con un asombroso número de artistas y grupos, entre ellos Madonna en Confessions On A Dance Floor, pero también más recientemente con Rina Sawayama y con Dua Lipa, así que este asunto del neo disco se le da muy bien, a juzgar por su trabajo detrás de los sencillos Free Yourself y Pearls, dos de los tres singles publicados por Ware en los últimos meses, que fueron clásicos instantáneos una vez pasaron por nuestros oídos. Lo mismo ocurrió con Begin Again, el tercer single, pegajoso y dramático a la vez, cuyo coro nos persigue desde entonces.

La nota de prensa de That! Feels Good! identifica a Ware como una “escritora de éxitos del Reino Unido”… y no es mentira. La cantante británica, que acompañó a Harry Styles de gira el año pasado, se ha desarrollado cada vez más en dirección al mainstream durante la última década. Al principio de su carrera, por ejemplo, trabajó con el entonces post-dubstepper SBTRKT, pero sus éxitos actuales suenan a disco house para las listas de éxitos, y es por ello que su quinto álbum sorprende tema tras tema, ya sea en la canción que da título al disco, que se abre con voces que se superponen gradualmente antes de llevarnos a un funk groovy con guitarras afiladas y líneas de bajo deliciosas bajo una letra cachonda y sexual, o, sobre todo, en su segunda mitad, repleta de joyas atemporales que suenan como si hubieran sido creadas en los años 70 y 80 y que, sin embargo, tienen esa fascinante aura de modernidad y atención al detalle. Esto funciona particularmente bien en Hello Love, en la que Ware, rodeada de coros y vientos, se convierte en una diva de cuerpo entero que está presente en todo momento. Números como Begin Again, que entretienen pero conservan la seriedad necesaria, también le sientan de maravilla, y se nos ocurre que a Jamiroquai seguramente le habría gustado un feature en temas como Freak Me Now, mientras que These Lips se da un paseo por la senda clásica de Kylie Minogue, pero envuelta en una atmósfera más parecida a Sade.

Pero That! Feels Good! va mucho más allá de las recetas para hits: los samples de conga de Beautiful People se inspiran en el acid dance underground neoyorquino de los 80, con una caja de ritmos funky y brillante que nos suena al Prince de 1999. Freak Me Now se inspira en los ritmos groove que se construyen en una espiral, con el efecto de que algunos ritmos en las notas graves y muy agudas parecen mezclarse fuertemente hacia delante y los medios silenciosamente hacia atrás en la escala. En este disco, los pianos eléctricos analógicos y los impulsos de los sintetizadores explotan, empujándonos a la pista de baile. Por ello, Shake The Bottle está hecha con mucha precisión, pero directa al corazón de todos aquellos a los que molesta la uniformidad general en todas las innumerables reminiscencias ochenteras de la música actual. Ware lo hace de manera más fresca, convirtiéndose en una atleta vocal y regalándonos sorpresas como Lightning, donde flirtea con el trip hop de los 90 y lo fusiona con un poco de house pop europeo. Para muchos, las letras de Ware pueden parecer un poco superficiales, pero los cierto es que nos transporta a la despreocupación de la era disco original de manera engañosa cuando vivimos en un tiempo de distopía, y al hacerlo definitivamente tiene nos ofrece una pureza soul esencial, esa que nos hace querer disfrutar la vida en ese pequeño momento que nos permitimos ser felices escuchándola.

Este quinto álbum tiene la desventaja de que no nos sorprende como lo hizo su predecesor, pero logra sin duda engrandecer el estilo y el universo de la cantante, y en 10 temas logra convertirse en uno de esos discos esenciales de este año. No cabe duda de que estamos lejos de haber terminado con Jessie Ware, que una vez más reafirma su estatus de diva suprema de la música disco. Con su delicioso mix de disco house y grandes gestos pop con toques queer, la británica se está convirtiendo en una de nuestras favoritas, pues vaya que se siente bien dejarse llevar por su fantasía musical que eleva los latidos del corazón y nos hace recordar que, de vez en cuando, es bueno olvidar y entregarse a la pista de baile.

Escucha That! Feels Good! en su totalidad a continuación.