Fever Ray
Radical Romantics

Para cualquiera que haya escuchado la obra de Karin Dreijer, sabe que los contrastes siempre han sido un ingrediente vital de su música: desde el indie rock de la banda Honey Is Cool en los 90, pasando por el pop electrónico de The Knife en los 00, hasta la música de exploración más personal que le artiste afincade en Estocolmo hace bajo el nombre de Fever Ray. Su debut homónimo en solitario de 2009 rompió claramente con la música que había hecho en The Knife, con canciones oscuras, empapadas de angustia y un existencialismo tan poético como hermoso; su continuación, lanzada ocho años más tarde, fue más luminosa, con el tema de encontrarse a uno mismo en la sexualidad y superar la vergüenza que esto conlleva. Ahora, tras salir poco a poco de la oscuridad en proyectos anteriores, parece haber llegado a esa parada inevitable para muchos artistas: el álbum de amor. Con 47 años de edad, Dreijer parece haber decidido tras algunos años de pandemia donde tuvo que parar y reflexionar sobre cómo hablar de cosas en las que nunca se había centrado mucho, para que no se le quedaran atascadas en la garganta del arrepentimiento. Así llega su nuevo disco, Radical Romantics.
La producción parece interesada en preguntarnos algo simple: ¿Qué es el amor romántico? Esta idea existe en algún lugar de la vida cotidiana de muchas personas, y parece enriquecer o envenenar nuestras vidas, tanto si estamos recién enamorados como si nos acaban de dejar. Así que en 10 temas sin desperdicio, Dreijer parece intentar analizar musicalmente en profundidad esa idea del amor romántico: Cómo da y cómo quita, cómo crea y cómo destruye, y cómo puede ser repugnante, dulce o a menudo incomprensible o inalcanzable. Puede parecer inesperado, pero… ¿Quién mejor que Fever Ray para dar un nuevo enfoque a un concepto tan conocido? Porque, desde luego, Radical Romantics no tiene nada de artificioso ni de cursi: en su lugar, desafía, asusta y sobrepasa los límites, pero también es exploratorio, revolucionario y liberador. De hecho, Dreijer no parece haberlo concebido como una celebración del amor, sino más bien de atreverse a ser honesto con uno mismo en el amor. Así, cuando Fever Ray se adentra en su idea radical del amor, no solo renueva un concepto agotado, sino también su propio sonido.
La euforia y la alegría que quizá se reconozcan mejor en su proyecto The Knife están de vuelta, y su hermano Olof también hace algunas apariciones como productor en el álbum, lo que que supone su primera colaboración en ocho años. Pero aunque no lo parezca, Olof se ha mantenido alejado de la composición. En su lugar, Dreijer utiliza una amplia galería de personajes para explorar diferentes facetas de sí misme. Al escuchar el álbum, Dreijer parece sentirse cómode y haber aceptado su identidad queer y no binaria. El sonido es claramente reconocible y sigue siendo inconfundiblemente suyo, pero está ligeramente más cristalizado. Los paisajes sonoros son más grandes, la paleta con la que se pinta es más amplia. Como siempre, las nítidas producciones están aireadas con grandes reverberaciones. Son historias que se construyen constantemente, pues a cada sonido se le da espacio y cada uno tiene un propósito, incluso los más humorísticos que suenan como elementos pop en plena mutación. Pero en Radical Romantics, la dinámica entre luz y oscuridad está mejor equilibrada que antes, y hay variaciones emocionales durante el recorrido de los temas.
Tapping Fingers, por ejemplo, es una de las piezas más tristes y a la vez tiernas de Dreijer hasta ahora: Let me know / If this is the last day / We run our bodies as we go to sleep / Tapping fingers as a way to speak, pide le artiste sobre sonidos brumosos, que parecen representar el amor como un espectro que deambula entre las sábanas y la puerta del dormitorio, enmudeciendo a quienes solían ser amantes. En Even It Out, la atmósfera es gélida y amenazante: con una voz chirriante, Dreijer exige justicia para un hijo acosado en la escuela. Aquí el amor paternal se distorsiona en monstruosa violencia, con la ayuda de Trent Reznor y Atticus Ross en la producción, una de las mejores collabs del disco: Just even it out / And then we cut cut cut. La influencia de Olof Dreijer se siente en Kandy, una réplica espeluznante de Pass This On de The Knife en donde Karin canta sobre soledades y no querer morir con una canción adentro. Aún así, Radical Romantics no es una reunión de The Knife: la adición de Reznor y Ross como productores adicionales, así como de la DJ y productora portuguesa Nídia, Johannes Berglund, Peder Mannerfelt, Pär Grindvik y Vessel hace que cada pista brille en diferentes colores sonoros, como en What They Call Us, llena de voces distorsionadas hasta lo irreconocible, y en donde Dreijer invoca sus poderes mágicos sobre una percusión parpadeante y efectos de sonido similares a sirenas, que crean un mood claustrofóbico. Las sirenas se hacen más fuertes y urgentes en la lujuriosa Shiver, una canción de amor que parece narrada desde la perspectiva de un depredador; mientras Carbon Dioxide es uno de los momentos más dance con beats de sintetizador en plena ebullición, y New Utensils suena a techno sin bajo.
En el tema final, Bottom Of The Ocean, concebido originalmente para una representación de Ingmar Bergman en el Real Teatro Dramático Sueco, Dreijer deja que la secuencia silábica oh oh oh oh suba y baje por una pequeña escala durante siete minutos, lo que resulta en cierto modo romántico. Pero sobre todo radical. Este nuevo álbum de Fever Ray suena como una joya pop hipermoderna, atractiva y entretenida, pero especialmente reflexiva: Dreijer solo podría llegar a este punto en la mediana edad, cuando puedes permitirte a ti mismo que las experiencias posiblemente te han hecho alguien más tranquilo pero no necesariamente más sabio, especialmente cuando se trata del amor y el romance. Lo mejor del disco es vivirlos a través del filtro de Fever Ray, quien convierte el famoso cosquilleo en el estómago y otros estados físicos en algo más experimental, sin corazones y sin flores. En Radical Romantics, el amor es simplemente un ser extraterrestre que se asoma a lo más profundo de nuestros corazones; tan profundo, que se vuelve incómodo y nos hace ver las cosas desde otro punto de vista, convirtiendo el amor en una idea misteriosa y melancólica, donde lo lo crudo y duro nunca está lejos de lo dulce y lo suave.
Escucha Radical Romantics en su totalidad a continuación.
Despues de leer, ¿qué te pareció?
-
-
-
3Lo amé
-
-
-