La atleta australiana de breakdancing, Rachael “Raygun” Gunn, dijo esta semana que no volvería a competir en breaking, el estilo de danza de improvisación que tuvo un gran momento durante los Juegos Olímpicos de 2024. Raygun causó sensación y se convirtió en una figura viral después de participar en la competición femenina de breaking en París este verano, y se enfrentó a las burlas en Internet por su performance.

La B-girl, de 37 años de edad, apareció esta semana en el programa Jimmy & Nath Show y abordó la cuestión de si volvería a competir en los Juegos Olímpicos dentro de cuatro años, a pesar de que el breaking no está en la lista de deportes de las Olimpiadas de 2028. “Seguiría haciendo breakdancing, pero no voy a competir más”, dijo. “Iba a seguir compitiendo, seguro, pero eso me parece algo muy difícil de hacer ahora, abordar una batalla… Quiero decir, sigo bailando y sigo haciendo breaking, pero en el salón de mi casa con mi pareja”.

Gunn dijo que habría un “nivel de escrutinio” en las futuras competiciones que no había en el pasado. “La gente lo grabará y se publicará en Internet, y no va a ser lo mismo”, explicó. “No va a ser la misma experiencia por todo lo que está en juego”. Tras la entrevista, apareció en el programa australiano The Project el 7 de noviembre para aclarar sus comentarios.

“Hablaba de competir, y sí, la verdad es que ya no me veo compitiendo”, confirmó. “Es diferente en la cultura del breakdancing, y voy a seguir bailando, y lo dije en la entrevista. Seguiré bailando, seguiré yendo a las jams comunitarias. Probablemente seguiré participando en eventos comunitarios, cosas así”.

“Pero en cuanto a esas competiciones de élite, y los Juegos Olímpicos, que por cierto, el breaking ni siquiera está en los próximos Juegos Olímpicos, ya se ha convertido en una cosa realmente grande”, agregó. Gunn, una profesora universitaria, no consiguió lograr puntos en sus tres combates cuando el breaking debutó en los Juegos Olímpicos de la capital francesa en agosto. Su inusual rutina —que incluía movimientos como un salto de canguro— la convirtió rápidamente en una sensación de Internet, generando infinitos memes y burlas generalizadas.

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