Los fabricantes chinos de muñecas sexuales están decididos a revolucionar el mercado muy pronto: Utilizando tecnología de IA similar a ChatGPT, Starpery Technology, una empresa de muñecas sexuales con sede en Shenzhen, China, está trabajando en un modelo de lenguaje propio basado en IA para mejorar sus productos. Según un informe del South China Morning Post, los nuevos productos con IA llegarán pronto a las estanterías. “Estamos desarrollando una muñeca sexual de nueva generación capaz de interactuar vocal y físicamente con los usuarios, cuyos prototipos se esperan para agosto de este año”, declaró Evan Lee, el CEO de la compañía.

“Los retos tecnológicos siguen siendo importantes, sobre todo a la hora de conseguir una interacción humana realista. “Mientras que los diálogos sencillos son fáciles, la creación de respuestas interactivas requiere el desarrollo de modelos complejos por parte de empresas de software especializadas”, añadió. Según la empresa, los nuevos modelos de muñecos sexuales estarán disponibles en versión masculina y femenina. La compañía también tiene pensado el desarrollo de robots capaces de realizar tareas domésticas, ayudar a personas con discapacidad y prestar cuidados a ancianos. Para 2025, la empresa quiere lanzar su primer “robot de servicio inteligente.

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Según el fabricante, los robots sexuales disponibles actualmente en el mercado no muestran expresiones y carecen de la capacidad de interactuar con los humanos. Pero los nuevos modelos de IA estarán equipados con sensores para mejorar la experiencia del usuario. “La nueva generación de muñecas eróticas, impulsada por modelos de IA y equipada con sensores, puede reaccionar tanto con movimientos como con el habla, lo que mejora significativamente la experiencia del usuario al centrarse en la conexión emocional más que en las capacidades básicas de conversación”, declaró Lee.

El Consejero Delegado añadió que, a pesar de que China es en gran medida una sociedad conservadora, se ha convertido en el mayor mercado de muñecas sexuales, con más ventas que Estados Unidos, Japón y Alemania juntos. “La gente del sector sabe que China tiene un mercado enorme, con un poder adquisitivo en las principales ciudades que supera al de muchos países europeos. El mercado también tiene una mentalidad abierta, aunque estéticamente diferente a la del mercado europeo”, afirma.

Los críticos dicen que la dependencia excesiva de los compañeros con IA para la satisfacción sexual o emocional podría conducir a una conexión humana menos genuina, afectando a la capacidad del usuario para formar relaciones sanas con personas reales. Además, el rápido desarrollo de los robots sexuales impulsados por inteligencia artificial supera los marcos jurídicos y normativos existentes, lo que da lugar a una zona jurídica gris en cuanto a su uso, propiedad y responsabilidades de fabricantes y usuarios.

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