Para nadie es un secreto que en España y otros países europeos está creciendo la indignación de los ciudadanos por el turismo invasivo, ya que se ven obligados a renunciar a la propiedad de la vivienda debido a la subida de los alquileres provocada por el aburguesamiento y el desplazamiento de los propietarios hacia alquileres turísticos más lucrativos y de corta duración, especialmente en zonas urbanas y costeras.

En Barcelona se han producido protestas por el aumento del precio de la vivienda, y algunos residentes afirman que se está haciendo imposible vivir allí, lo que ha llevado al alcalde a prometer la abolición de los alquileres vacacionales de corta duración. Ahora, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, declaró el lunes en un acto sobre vivienda asequible que Occidente se enfrenta a un reto: “no convertirse en una sociedad dividida en dos clases, los ricos propietarios y los pobres inquilinos”, pues los precios de la vivienda han aumentado un 48% en la última década en Europa.

España es desde hace tiempo un destino popular entre los compradores de viviendas vacacionales que desean trasladarse permanentemente a un clima más soleado, especialmente entre los británicos, que buscan comprar propiedades en lugares como Ibiza, Marbella y Barcelona. Esto ha contribuido a aumentar el valor de las propiedades españolas durante muchos años, y según Sánchez, los ciudadanos de fuera de la UE, incluido el Reino Unido tras el Brexit, compran 27.000 casas al año en España.

Por ello, el Ejecutivo español pretende limitar la compra de viviendas por parte de ciudadanos extracomunitarios no residentes aumentando al 100% el gravamen fiscal que deben pagar al comprar una casa, informó BBC. No estaba exactamente claro cómo se recaudaría el impuesto, pero el Financial Times informó que el Ministerio de Vivienda español dijo que la nueva medida se introduciría modificando el impuesto de actos jurídicos documentados o a través de un impuesto especial.

Las declaraciones de Sánchez se produjeron en medio de una serie de medidas destinadas a abordar lo que, según El País, es “uno de los principales retos de las sociedades europea y española: el acceso a la vivienda”. En un ataque a las personas que compraron propiedades para especular y, al hacerlo, redujeron la oferta de, viviendas para vivir en algunas zonas, dijo que el alquiler vacacional debe tributar “como una empresa”, ya que “no es justo que quienes tienen tres, cuatro o cinco apartamentos como alquileres de corta duración paguen menos impuestos que los hoteles o los trabajadores”. 

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