¡No te pierdas de nada! 👽

Sucribirme! Let's go!

Un resumen de historias para leer, mirar y escuchar cada semana. 0% Spam. GDPR.

No quiero, gracias

Es inválido 💣

Mental Health
¡Espera un poco!
Read and listen
Ayy, close that door, we blowin' smoke
Riot

Lucky Love, el polifacético artista francés que crea filosas melodías electropop

MOR.BO RIOT: Lucky Love, el polifacético artista francés que crea filosas melodías electropop
Lucky Love. Fotografía: Enzo Orlando para Glamcult
Words mor.bo

Cantar sobre la diferencia, ser un ejemplo para los que no se reconocen en ninguna parte: Lucky Love es un dedo medio a la norma que encierra a las personas, rechazándolas por su orientación sexual o su discapacidad. Una incursión pop en lo íntimo, con influencias de James Blake, ANOHNI and the Johnsons y más, Lucky Love es la creación de un brillante bailarín, modelo y cantante que se curtió en el escenario y pasó por una serie de metamorfosis antes de darse cuenta de que su cuerpo podía ser el vehículo de ideales inclusivos más grandes que su propia historia. Debe su nombre a la trayectoria de su carrera, a mucha resistencia y a una pizca de suerte que le hizo encontrarse en el lugar adecuado en el momento oportuno. Sus dos primeros singles han acumulado más de 100.000 streams, estrenó su propio documental en el Festival de Cine de Tribeca 2022, y el año pasado fue la estrella del Festival del Orgullo de Munich. Este joven artista joven encarna la exuberancia de una estrella del rock y la modestia de un poeta, y su voz se siente como una obra de arte que fluctúa entre el inglés y el francés. Así que hoy, Lucky Love es el protagonista de nuestra sección RIOT, en donde les ofrecemos una estimulante puerta de entrada a su visión idealista del mundo.

Lucky Love nació como Luc Bruyère hace 28 años en Francia, y su odisea comenzó en Bélgica. Tras ser expulsado varias veces de las escuelas católicas a las que asistía, este adolescente amante del arte se presentó a Saint-Luc, la escuela de arte de Bruselas, donde pasó tres años estudiando arte conceptual con el objetivo de convertirse en artista visual. Por primera vez, a los 15 años, el joven nacido con agenesia (falta de crecimiento durante el embarazo, que puede afectar a cualquier miembro u órgano, en este caso su brazo izquierdo) se encontró en un entorno que le convenía. “Cuando volví a Saint-Luc, ahí empezó mi vida en cierto modo”, explica. Para él, el sistema educativo belga fue una oportunidad para expresarse y descubrirse a sí mismo: “En Francia, los adolescentes están oprimidos, muy oprimidos. A esa edad, nos guardamos para nosotros todo lo que sentimos, mientras que en Bélgica nos tuteamos con nuestros profesores, porque participamos en un proceso artístico, no existe la idea del castigo y se nos anima a descubrir lo que queremos decir y lo que nos mueve”. En ese entonces, Luc vivía con el rapero belga Roméo Elvis y descubrió los excesos de la vida estudiantil: tomó drogas y acabó adicto a los 18 años. “Estaba anoréxico, pesaba 47 kilos para 1,86 m, no era una imagen bonita”. El día que cumplió 19 años, lo llevaron a la fuerza al hospital por su adicción, y estando ingresado le dijeron que era seropositivo. “Fue muy extraño… y, al mismo tiempo, fue como si me diera cuenta de que estaba vivo”.

Así que entre el autodesprecio y la decadencia, Luc se dio una nueva oportunidad en Francia. “En ese momento, no me gustaba mucho a mí mismo, tenía problemas con mi brazo, mi sexualidad…” pero se dio la oportunidad de comenzar de nuevo como extra y luego como actor en varias películas, y como bailarín tanto en Italia como en España. Sin embargo, uno de sus momentos revelación fue participar en su país en el cabaret Madame Arthur, un templo drag que existe desde los años 50, que hace vibrar las noches parisinas con covers de artistas como Serge Gainsbourg, Queen, o Beyoncé. Aunque nunca antes se había planteado hacer drag, vio esta oportunidad como un rol más y no como algo directamente vinculado a su sexualidad o a la comunidad LGBTQI+, y se mantuvo allí durante cinco años hasta que un día un director de casting, que no había prestado atención a su agenesia, le ofreció una cita para una sesión fotográfica al día siguiente. El gran día, el director artístico del proyecto descubrió que Luc solo tenía un brazo, y “en lugar de pensar que era un problema, le pareció increíble”, pensando que sólo podía hacer proyectos fuera de lo común. Pero la realidad es otra: la industria de la moda no fue muy abierta con él, y la reputada agencia Elite le rechazó antes de que recibiera una llamada del fotógrafo de moda británico Craig McDean, quien lo quería para una serie de la revista Vogue International, rodada en Nueva York. ¿Luego de eso? Las agencias se abalanzaron sobre él. “Los clientes me querían, pero la industria aún no estaba preparada para lo que yo representaba. Las agencias no confiaban en mí. Entonces no había modelos trans ni toda la diversidad que vemos hoy. Fui uno de los primeros en destacar. Y sentí que utilizaban mi brazo, que me utilizaban a mí”. Sin embargo, dice que no hay trauma al respecto: “No siento que me falte nada, mi cuerpo es simplemente diferente. Está completo. Puedo hacer cualquier cosa porque nunca he conocido otra cosa. No sé lo que es cruzar los brazos, así que no puedo echarlo de menos. Tengo que explicar a la gente que no hay ningún problema. No lo digo para que se sientan cómodos conmigo, sino porque, realmente, es así”.

Su carrera lo llevó a hacer varios trabajos para Bruce LaBruce (el director de cine experimental que utiliza la pornografía como arma política), gracias a los cuales conoció a la mujer que se convertiría en su todo, en su vida: la actriz Béatrice Dalle, con la que compartiría escenario y eventualmente lo llevaría a la música. Así terminó “experimentando” en un estudio, y dos días les bastaron para componer tres temas… y allí comenzó realmente su aventura. Aunque muchos podrían descubrir su voz como andrógina, él no lo ve así: “Si lo fuera, lo sería más cuando hablo que cuando canto. Ciertamente tengo una voz distintiva por mi vibrato tan presente, pero mi voz me recuerda más a cantantes antiguos como Jacques Brel”. Dice que sus inspiraciones son variadas: “Desde Patti Smith a James Blake, pero también grandes iconos del pop como Michael Jackson o incluso Lady Gaga, por su simbolismo y todas las imágenes que transmite. Mi música procede de muchos géneros diferentes, incluso de la música clásica como Max Richter, ya que solía hacer ballet de niño, y aún hoy me inspira”. Sus dos primeros sencillos, Paradise y Love, acumularon más de 100.000 streams, y su primer EP, TENDRESSE, fue lanzado este año con sonidos electrónicos con sabor Y2K, líneas de bajo y eclecticismo que se entremezclan para devolver al centro de la escena el sentimiento de amor y esperanza que hoy se ha vuelto casi imperceptible: “Veo lo sagrado en la rareza del amor, por ejemplo, cuando estoy enamorado, me arrodillo ante el amor. Me veo obligado a darme cuenta del lío que tienen que armar todos esos algoritmos del universo para que una persona a la que no conozco de nada se cruce en mi camino en el momento justo, en el lugar adecuado, y que él o ella y yo sintamos una atracción mutua en ese preciso instante, tan fuerte que necesitamos descubrirnos el uno al otro. Tengo la impresión de que nuestra generación consume seres humanos, que nos consumimos unos a otros, porque todo va más rápido con las redes sociales. Personalmente, me gusta la idea de reformar un mundo en el que miramos el presente”.

Para él, el EP es un poco como un cojín de terciopelo que abrazas por la noche para reconfortarte. “Es un momento voluptuoso de introspección que se va construyendo poco a poco hacia un sentimiento de plenitud y te hace querer celebrarte a ti mismo”, dice, pero también te hace querer celebrar a Luc por la sinceridad que muestra. “Las preocupaciones de mi música son las preocupaciones del mundo en que vivo. Es un hilo conductor entre la fiesta y la tristeza después de la fiesta, o la tristeza antes de la fiesta y la fiesta después de la tristeza. Es una constatación de que no existe lo divino, porque lo divino somos nosotros”, dice. Lucky Love quiere sacudir el mundo tal y como lo conocemos, con la esperanza de crear una nueva comunidad. Donde la aceptación de los demás sea la consigna. Esto por supuesto tiene origen en sus vivencias infantiles. “De niño, realmente quería pertenecer a nuestra sociedad. Tenía que observar a otros individuos y experimentar lo que veía, creo que eso me atrajo al arte en primer lugar. Necesitaba comprender mi propia existencia y el mundo en que vivimos, encontrar mi lugar en él. El arte se convirtió en mi reino porque es donde me sentía fiel a mí mismo. Elegí la música porque es la mejor manera de expresarlo todo, pero quiero decir que lo más importante es que reúne todo lo que puedo y he aprendido a hacer: como cantante puedo bailar, puedo coreografiar, puedo dirigir mis vídeos musicales, puedo actuar en mis vídeos musicales. Para mí es la forma de arte más completa. Antes interpretaba el arte de otros, en la moda, en la pantalla, en el escenario… Pero esta vez es mi propio proyecto, que sale del fondo de mi corazón y de mis entrañas. Todos los talentos que he desarrollado en los últimos años se ponen al servicio de un único objetivo, el desarrollo de mi carrera como cantante”.

Despues de leer, ¿qué te pareció?

  • 16
    Me gustó
  • 5
    Me prendió
  • 71
    Lo amé
  • Me deprime
  • WTF!
  • 1
    Me confunde
   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido   wait! cargando más contenido

Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso.

Aceptar
NIGHT MODE DAY MODE