Duki, el trapstar que aspira a ser la gran leyenda del género en Argentina e Iberoamérica

Durante la década de los 80 y los 90 era común hablar de la escena musical argentina como la gran cuna del rock latinoamericano, esto debido a las figuras que posteriormente se convirtieron en los nombres más importantes y en auténticas leyendas. Hoy en día, la historia no ha cambiado en ese aspecto porque la nación sudamericana sigue siendo un importante baluarte para el rock en la región, pero actualmente también se ha convertido en un centro importante para el trap latinoamericano, muchos de los nombres más destacados del género vienen del sur y han logrado generar toda una cultura y un movimiento que se ha apoderado del mainstream.
Uno de estos nuevos talentos que se ha convertido en un nombre establecido en el trap argentino y latinoamericano es Mauro Ezequiel Lombardo, un chico nacido en Buenos Aires un 24 de junio de 1996, que desde muy joven comenzó a tener interés por el hip hop y trap latino a la edad de siete años, aún y cuando no tenía la popularidad de la que goza actualmente el género. Escuchaba una amplia variedad musical, pero sobre todo rap estadounidense, algo que le influyó de cara al futuro que le esperaba bajo otro nombre, Duki.
Duki comenzó su carrera como freestyler en la que fue la competencia underground más prestigiosa de Argentina y de las más reconocidas a nivel hispano, llamada El Quinto Escalón, en la que salió victorioso en 2016 y por la que pasaron dos figuras que hoy también forman parte del grupo de los grandes exponentes a nivel regional, Wos y Paulo Londra. Antes de participar en esta competencia, su encuentro con el freestyle lo tuvo luego de ver una batalla entre Arkano y Skone en 2010, algo que lo motivó a realizar sus primeras composiciones y participar en sus primeras competiciones en 2013.
Si bien la escena del trap en Argentina fue desde sus inicios un movimiento colectivo (Neo Pistea, C.R.O. Khea, Cazzu y el ya mencionado Paulo Londra son algunos de los nombres que primero resonaron), Duki, con un talento innato para la composición y un carisma que lejos de restarle le sumaba mucho a su carrera, se convirtió en la cara visible, en el principal centro de los clicks pero también de las críticas. “Fui la punta de la espada y tenía que salir a demostrar”, comentó en una entrevista a La Nación.
En 2016, Duki comenzó a grabar sus primeras canciones de trap de manera profesional y en noviembre de ese año con su primer sencillo, No vendo trap, inició su camino hacia la cima a la que estaría mucho más cerca cuando publicó She Don’t Give a FO, un tema que hoy suma más de 130 millones de reproducciones en Spotify. El 23 de Febrero de 2018 sacó un tema que le dio el empuje necesario para crecer en el panorama internacional: Si te Sentís sola en el que explora nuevos ritmos sin abandonar su estilo propio. El estilo de Duki se aleja mucho del trap latino de artistas como Bad Bunny o Anuel AA, sus influencias estadounidenses combinadas con su clásico freestyle le hacen tener un estilo propio muy interesante que combinan el clásico hip hop de rimas rápidas con los tonos del trap.
A pesar de que su estilo se distancia mucho de el de Bad Bunny, esto no fue impedimento para que ambos compartieron los créditos junto a Pablo Chill-E (un referente del género en Chile) en uno de los temas más destacados de su más reciente disco YHLQMDLG, en el que Duki se aproxima mucho más a la variante latina del trap, lo que inevitablemente le ha dado mucha más exposición a nivel regional.
En una entrevista con La Nación, Duki comentó que siempre estuvo tan claro en el objetivo que quería conseguir con su música, que para él la críticas nunca fueron un impedimiento, teniendo en cuenta que además estaba liderando un nuevo movimiento musical.
“Veníamos tan programados para esto que ya sabíamos a qué nos íbamos a enfrentar y nunca me llegó a afectar. Yo me sigo sorprendiendo de que la gente me conozca, me flipo, se me nota en la cara, (se ríe y se pone colorado). Siempre hay momentos en los que… si no, no tendría sentido tampoco. Lo más lindo de la vida es disfrutar de lo bueno y para entenderlo hay que conocer lo malo. Trato de estar positivo y entender que tengo una vida increíble, me tiene que pasar algo extremadamente terrible para que esté mal y si me pasa, solo va a generar que me levante con más bronca y más hambre”.
Su más reciente disco 24 responde a un concepto bastante claro: 24 son las horas que tiene un día, 24 años es la edad del trapero y fueron 24 las canciones que había sacado en este año. El disco cumple un ciclo completo dado que el primer tema arranca con toda la energía que se necesita en la mañana, mientras que el último baja los niveles para cerrar en una onda mucho más tranquila. Un álbum que cuenta con las colaboraciones de Kidd Keo, Juicy J y Young Cister.
Con apenas dos álbumes de estudio publicados a sus 24 años de edad, son infinitas las posibilidades para la carrera de este trapero, quien tomó lo mejor de sus colegas norteamericanos y sumó los elementos del género en la región junto con sus propios gustos personales para así dar paso a un producto que de inmediato caló dentro de una generación que seguirá esperando hits de su parte, pero que en el caso del propio Duki representa mucho más responsabilidad y compromiso para hacer valer al género y a su carrera.
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