MOR.BO RIOT con MARTTEIN, el antihéroe argentino que convierte el fracaso en pop rebelde con sabor a tango

MARTTEIN es uno de los artistas argentinos más versátiles y enigmáticos de la escena musical contemporánea. Con una propuesta que fusiona géneros como el pop, el trap y el indie, su música se caracteriza por letras introspectivas, melodías cautivadoras y una estética visual que complementa su narrativa artística. A primera vista, parece un personaje salido de Trainspotting, con gestos y muecas que recuerdan a Billy Idol en plenos años 80. Su capacidad para conectar con audiencias jóvenes y su enfoque innovador lo han posicionado como una figura emergente y vital en el panorama musical latinoamericano. MARTTEIN no solo es un músico, sino también un creador de mundos sonoros que invitan a la reflexión y a la exploración emocional, y hoy es el protagonista de RIOT.

Nacido en Buenos Aires como Martín Olveira en el año 2001, su música está profundamente arraigada en el lunfardo porteño y en una sensibilidad poética que heredó de su entorno familiar, en particular de su abuelo, quien era un apasionado del tango y la poesía. Comenzó su carrera musical a los 15 años, publicando una trilogía de álbumes —Antro, Guerra y Némesis—, donde predominaba un sonido experimental y electrónico. Sin embargo, este camino no parecía llevarlo a un lugar concreto. “Quería sacar para afuera un montón de angustias y tensiones que tenía. También empezaba a sentir la tensión entre lo que me estaba exigiendo la realidad y la inseguridad que aparecía por momentos de pensar que quizás esto no era para mí”.

Tras el lanzamiento del EP El Truco, en colaboración con Juana Rozas, MARTTEIN comenzó a alejarse de su estética andrógina para adentrarse en el terreno del pop. Sin embargo, fue con su álbum homónimo lanzado a finales del año pasado, que consolidó lo que él considera su verdadero debut. Este proyecto vino acompañado de una película que narra la salida nocturna de un joven de clase media-baja, quien lucha contra la sensación de ser una carga para los demás mientras intenta salir adelante. Con una estética inspirada en Joker y con guiños a Thriller, construye un relato crudo y emotivo sobre la búsqueda de identidad y superación.

El álbum MARTTEIN nació como un proyecto introspectivo y audaz, marcando un punto de inflexión en la carrera del artista argentino. Inspirado en las noches vibrantes y oscuras de Buenos Aires, MARTTEIN se sumergió en un proceso creativo que combinó sonidos rockeros y electrónicos con narrativas profundas y poéticas. Este trabajo surgió de la necesidad de explorar su identidad artística y capturar la esencia cruda y contrastante de la vida porteña, creando un retrato conceptual y emotivo de la ciudad que lo vio crecer. “No puedo saber si lo que hago te va a gustar o no porque sé que es muchas cosas pero no ‘lindo’. Pasa que tampoco vivimos en tiempos fáciles y mi música surge de un entorno que te dice que hagamos lo que hagamos, seremos un fracaso. Bueno, al menos hagamos un fracaso que te vuele la cabeza”, dice.

El proceso de elegir el nombre del álbum resultó ser un reto significativo y, curiosamente, fue lo último en tomar forma. “Este es mi cuarto disco, pero lo sentimos como si fuera el primero”, revela. Para él, este trabajo simboliza la conclusión de una extensa etapa de búsqueda creativa, y el título homónimo surgió como una afirmación de propósito. “Buscábamos transmitir que este es el proyecto definitivo, el auténtico punto de partida. Fue algo inusual, pero al final, este disco es el que refleja quiénes somos realmente”, afirma.