Boygenius, el nuevo rostro de la música alternativa, femenina y queer

En la historia de la música, es raro encontrar buenos ejemplos de supergrupos. A menudo atractiva sobre el papel, la reunión de varios artistas estrella en un mismo proyecto rara vez produce álbumes a la altura de sus respectivas carreras. Por fortuna, el trío Boygenius prueba lo contrario, y desde hace algunos años se han convertido de alguna manera en la cara de la música alternativa y femenina, cansada de ser etiquetada constantemente como rock en una industria a la que le gustaría convertirla en un género musical por derecho propio. La agrupación está conformada por tres de las artistas más queridas de la escena indie, y en su conjunto, combina con eficacia el pop melancólico de Phoebe Bridgers, la energía rockera de Julien Baker y el folk de Lucy Dacus. Las tres cantan con una sola voz, como si siempre hubieran evolucionado juntas, y hoy son las protagonistas de este RIOT.
Boygenius comenzó con Dacus y Baker, cuando en 2016, compartiendo cartel en Washington D.C., Baker llegó entre bastidores y se encontró a Dacus leyendo la novela El retrato de una dama, de Henry James, lo que sirvió para que entablaran una conversación que abarcó desde la lectura hasta la religión, pasando por su experiencia común de haber crecido en el sur de Estados Unidos. Desde ese momento, se mantuvieron en contacto como una especie de club de lectura ambulante, al que posteriormente se unió Bridgers por sugerencia de Baker, pues compartía con ellas la experiencia de estar de gira con sus álbumes de debut y ese sentimiento de aislamiento de esa posición tan peculiar. Así, el club de lectura por correo electrónico se amplió a tres (y aún sigue en pie), y tras un momento de serendipia en el que las tres compartieron cartel en un evento en 2018, decidieron grabar un single de 7’’ para venderlo en la mesa de merchandising. Era la primera vez que estaban todas en la misma habitación, pero en pocos días en el estudio grabaron seis canciones, así que la idea de formar un grupo tomó forma y publicaron su EP homónimo en octubre de ese mismo año. En la portada, Baker, Bridgers y Dacus parodiaban la del primer álbum de un famoso supergrupo, Crosby, Stills & Nash (1969). ¿Por qué es importante mencionar esto? Porque desde sus primeros encuentros, las tres artistas se dieron cuenta de que compartían la misma aversión a los clichés asociados a las músicas femeninas, de los que, por supuesto, todos habían sido víctimas en sus respectivas carreras en solitario. Así que, con el deseo de liberarse de las garras de la testosterona en el estudio, decidieron crear Boygenius, un apodo que parodia la idea del genio musical tradicionalmente asociado a los artistas masculinos.
Tras la publicación del EP, las tres se centraron nuevamente en sus carreras como solistas. Pero nunca perdieron el contacto, y las conversaciones sobre los libros dieron paso a la búsqueda de alivio en sus experiencias comunes. “Creo que de lo que más hablamos es de las mierdas de esta cosa increíble que nos ha tocado hacer, de no sentirnos aisladas”, dice Bridgers a The Guardian. “O desagradecidas”, añade Dacus. Mientras muchos se preguntaban si Boygenius había sido un invento fugaz, lo cierto es que durante la pandemia (en secreto y desde la distancia), las tres integrantes empezaron a escribir las canciones que ahora están en su primer álbum, titulado The Record. Durante los tres meses previos al lanzamiento, la expectación en torno a Boygenius fue en aumento, entre una portada de Rolling Stone en la que las tres rinden homenaje a la famosa portada de 1994 con Nirvana, y sobre todo un cortometraje dirigido nada menos que por Kristen Stewart para poner en imágenes los tres primeros singles del álbum y reflejar sus identidades queer. “Estoy muy orgullosa de nuestra dinámica de grupo y, como mujer bisexual con relaciones heterosexuales, me resulta raro hablar tanto de ello”, dice Bridgers a Vogue. “Dicho esto, me gustaría que hubiera más tipos de personas queer visibles para mí cuando estaba creciendo, y cuando se trata de nuestra banda y nuestra dinámica compartida, no tengo vergüenza de dar un paso adelante y ser como, ‘esto es lo que parecemos y cómo nos sentimos y en lo que creemos’. Es curioso hablar de visibilidad, porque no se puede dar por sentado que ninguna de nosotras sea gay, así que tenemos que hablar de ello. Lo mismo ocurre con las cuestiones de género; conozco a mucha gente que se presenta de una forma que no se corresponde con su género, así que hay que hablar un poco más de todas estas cosas. Puede que no seamos expertas en estas cosas, pero somos las expertas de nuestras propias vidas. Así que me siento mejor hablando de nuestras experiencias y representando la homosexualidad en general. Aunque he dicho que no necesitamos ser modelos a seguir, me habría encantado admirarnos cuando tenía 12 años, y eso es algo de lo que puedo estar orgullosa”.
El trío también puede estar orgulloso de esta primera producción discográfica, en donde recurren a los ingredientes que ya salpicaban su EP debut: composición a seis manos, delicadas armonías vocales (Emily I’m Sorry, Letter to an Old Poet), letras intimistas y un folk acústico amaderado (la intro a capella Without You Without Them) que a veces adquiere ambientes más eléctricos (sobre todo en el single $20 y Satanist). Sin conocer el contexto, uno podría creer que este álbum es obra de un solo cerebro, tanto que da la sensación de homogeneidad. Estas tres mujeres lograron idear una docena de nuevas canciones que se hacen eco de las tradiciones rock y folk de los noventa, sin dejar de estar ancladas en la modernidad de su vida cotidiana como jóvenes de 2023, y nos hacen desear que otras mujeres músicas también quieran unir sus fuerzas para derribar los estereotipos y sorprendernos con su música, en especial porque a Boygenius lo que les motiva en última instancia es crear una comunidad y disfrutar del proceso de un esfuerzo compartido. “Escribir canciones para esta banda es lo contrario de reservarse las más queridas para uno mismo”, explica Baker. “Quiero ofrecer lo mejor a la banda porque es lo que más me gusta. Sienta bien regalar las canciones”. En serio, llevamos años esperando este momento juntas”, dice Phoebe. “Es el momento en el que por fin podemos estar juntas, así que vamos a disfrutarlo”.
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