Miles de manifestantes bloquearon este martes una de las principales vías de Budapest en protesta contra una nueva ley que prohíbe los eventos del Orgullo LGBTQI+ en Hungría y restringe el derecho de reunión. Esta fue la segunda manifestación en una semana desde que el partido Fidesz, con mayoría parlamentaria, aprobó la legislación de manera acelerada días atrás.

La ley, impulsada por el gobierno de Viktor Orbán, modifica las normas de asamblea para prohibir eventos que violen la controvertida legislación de “protección infantil”, que prohíbe la “representación o promoción” de la homosexualidad a menores de 18 años. Además, permite el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los asistentes a eventos prohibidos y multas de hasta 200.000 forints húngaros (aproximadamente USD $546).

Los manifestantes, que coreaban consignas como “democracia” y “reunirse es un derecho esencial”, bloquearon el tráfico en la calle Kossuth Lajos y encendieron bengalas de humo en colores. Muchos expresaron su preocupación por el deterioro de la democracia y los derechos fundamentales en Hungría.

Benedek Lakos, un joven de 27 años de la comunidad LGBTQI+ de Budapest, afirmó a AFP que esta ley fue “la gota que colmó el vaso” y que, si no hay consecuencias visibles, podrían “estar cavando su propia tumba”. Lakos destacó que el gobierno está utilizando estas medidas para movilizar a su base conservadora y reprimir a las minorías sexuales.

Al parecer, el partido Fidesz también planea adoptar una enmienda constitucional en abril para codificar la prohibición de eventos públicos LGBTQI+. Este año, el Orgullo de Budapest celebra su 30º aniversario, y los organizadores han programado las celebraciones para el 28 de junio. A pesar de la nueva ley, los organizadores y el alcalde de Budapest han prometido continuar con los eventos, calificando la legislación como un acto de fascismo.

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