Al igual que muchos de sus colegas diseñadores, esta semana vio el debut de la nueva colección masculina Primavera/Verano 2018 de Charles Jeffrey, cuya electrizante visión de la moda masculina ha fusionado perfectamente los mundos de la cultura de clubes con la haute couture, creando una erupción de creatividad y transformación que ha sido una bocanada de aire fresco.

En un desfile lleno de diversidad y visuales impactantes, el club kid más querido de Londres siguió los pasos de Vivienne Westwood para presentar su punto de vista acerca de una generación que usa la creatividad para reclamar su participación en un clima político incierto y en constante evolución.

En el programa de mano entregado antes del desfile, Jeffrey describió su colección como “un manifiesto eufórico del libertinaje”, en donde mostró una visión distópica y multicolor de un mundo donde el concepto de tiempo se reimaginó para crear una narrativa única y alterna.

El espectáculo comenzó con un espectáculo de pantomima hecho por bailarines que descendieron sobre la pasarela cubiertos de recortes de cartón y decorados en garabatos multicolores. El desfile fue una mezcla ecléctica de personajes únicos que caminaban con rapidez, vestidos con pantalones estilo bondage, trajes en pinstripe y camisetas con titulares de periódico, todo junto a las creaciones de Noel Stewart en sombreros y accesorios.

Como si fuese una danza entre diversas eras de la historia, Jeffrey coqueteó con fantasías de la era romántica y su propia imaginación junto a detalles de la era isabelina como pálidos y exagerados maquillajes, pero en versión drag.

Jeffrey colaboró ​​con el diseñador de vestuario Gary Card y la directora de performances Thea Adams para crear una visión hedonista, ingeniosa e innovadora que se convirtió en una sátira absurda de la realidad, una declaración valiente de autoexpresión y una celebración del escapismo, que siempre es tan bienvenido y necesario en estos días.

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