Dos dosis de píldoras de psilocibina, junto con psicoterapia, ayudaron a un grupo de personas con trastorno por consumo de alcohol a reducir la bebida durante al menos ocho meses después de sus primeros tratamientos, según muestran los resultados del mayor ensayo clínico de este tipo. “Hay algo que realmente está sucediendo aquí y que tiene un gran potencial clínico si podemos averiguar cómo aprovecharlo”, dijo el Dr. Michael Bogenschutz, director del Centro de Medicina Psicodélica de la NYU Langone Health, que dirigió lo que podría ser el primer ensayo aleatorio y controlado de psilocibina para el trastorno por consumo de alcohol.

Según los resultados publicados por JAMA Psychiatry, los 93 participantes en el estudio consumieron un placebo con un antihistamínico o una píldora que contenía psilocibina mientras estaban tumbados en un sofá con los ojos cerrados y usando auriculares para escuchar música grabada. Se sometieron a dos de estas sesiones, con un mes de diferencia, y también recibieron 12 sesiones de terapia hablada.

Más del 80% de los que recibieron el tratamiento psicodélico habían reducido drásticamente su consumo de alcohol ocho meses después del inicio del estudio, en comparación con algo más del 50% en el grupo de control de antihistamínicos. Al final del ensayo, la mitad de los que recibieron psilocibina habían dejado de beber por completo, en comparación con una cuarta parte de los que recibieron el antihistamínico.

La nueva investigación forma parte de un movimiento global que explora si la terapia asistida por psicodélicos (incluyendo la terapia con ketamina y psilocibina, el componente activo de las setas mágicas) puede ser una alternativa más eficaz a los tratamientos de adicción y salud mental. Bogenschutz y su equipo se propusieron específicamente probar si la psilocibina, además de las sesiones de terapia, podía reducir los antojos y ayudar a las personas con trastorno por consumo de alcohol a mantenerse sobrias.

Investigaciones anteriores de instituciones de todo el mundo han indicado que la psilocibina tiene el potencial de tratar una variedad de trastornos de adicción, incluyendo el trastorno por consumo de alcohol, el trastorno por consumo de opioides y la adicción al tabaco. “Realmente está en consonancia con la acumulación de pruebas de que la psilocibina y otros psicodélicos que funcionan de forma muy similar en el cerebro pueden ser eficaces para tratar diferentes tipos de adicción”, dijo Matthew Johnson, profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Universidad Johns Hopkins, que no participó en el ensayo.

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