Un nuevo ensayo clínico de fase 1 descubrió que una dosis única de psilocibina combinada con psicoterapia puede ser un tratamiento prometedor para la anorexia nerviosa, una enfermedad mental notoriamente difícil de tratar y para la que actualmente no existen medicamentos aprobados. Los beneficios para la salud mental de la psilocibina, el principal ingrediente psicoactivo de los hongos alucinógenos, siguen explorándose en ensayos clínicos. Ya se han realizado ensayos para probar la psicoterapia asistida con psilocibina como tratamiento de la depresión y la ansiedad, y también para la adicción al alcohol.

La anorexia nerviosa (AN), que suele aparecer durante la adolescencia, se caracteriza por una preocupación excesiva e indebida, miedo y angustia en torno a la comida, el peso, la figura corporal y la alimentación. Puede provocar inanición, desnutrición, angustia mental grave y pensamientos suicidas. La AN puede ser difícil de tratar y tiene una de las tasas de mortalidad más altas de todas las enfermedades psiquiátricas. Por ello, investigadores de la UC San Diego y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan se embarcaron en un ensayo clínico de fase 1 para evaluar la seguridad, tolerabilidad y eficacia de una dosis única de psilocibina sintética administrada junto con apoyo psicológico a 10 mujeres de entre 18 y 40 años con anorexia. Los resltados fueron publicados en Nature Medicine.

Al parecer, la psilocibina actúa sobre los receptores de serotonina, el estabilizador natural del estado de ánimo del cuerpo, controlando la felicidad y el bienestar. Los estudios han demostrado que las personas con AN tienen alterada la función cerebral de la serotonina, lo que sugiere que la enfermedad puede responder positivamente al tratamiento con psilocibina. Además, la apertura y la autoaceptación que suelen acompañar al tratamiento con psilocibina pueden cambiar los pensamientos existentes en torno a la imagen corporal y la comida y conducir a nuevas actitudes. Tras recibir una dosis única de 25 mg de psilocibina y someterse a psicoterapia, las participantes en el ensayo fueron evaluadas durante tres meses, y los investigadores descubrieron que la mayoría de las participantes informaron de cambios positivos después de recibir la psilocibina, incluida una reducción significativa de la preocupación por el peso.

Aunque los efectos de la psilocibina fueron muy variables, cuatro participantes (que representaron el 40% de la muestra) demostraron una disminución sustancial en las puntuaciones de EDE después de tres meses, lo que supone la remisión de un trastorno alimentario. En general, las participantes consideraron que la experiencia con la psilocibina había sido significativa, ya que el 90% afirmó sentirse más positiva con respecto a las tareas de la vida y el 70% informó de un cambio general en la identidad personal y la calidad de vida. Cabe destacar que el 90% de los participantes consideró que una sola sesión de psilocibina no era suficiente.

“Se necesitan urgentemente nuevas estrategias de tratamiento para la anorexia nerviosa, que se asocia a una de las tasas de mortalidad más altas de todas las enfermedades psiquiátricas, pero hasta ahora existía la preocupación de los riesgos específicos de efectos adversos en estas personas debido a las anomalías médicas del bajo peso corporal y las complicaciones cardiovasculares”, declaró Claire Foldi, investigadora principal del Instituto de Descubrimientos Biomédicos de la Universidad de Monash. “Los resultados son prometedores en la búsqueda de ensayos más amplios y adecuadamente controlados que determinen si la psicoterapia asistida con psilocibina podría ayudar en la necesidad insatisfecha de opciones de tratamiento eficaces para los individuos que sufren anorexia nerviosa”.

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