¿Alguna vez has sentido que tu estrés y preocupaciones se desvanecen cuando un ser querido te abraza con fuerza? Pues resulta que ahora el poder de los abrazos está científicamente comprobado: son excelentes para nuestra salud física y mental.

Investigadores de Alemania y los Países Bajos revisaron más de 200 estudios sobre el tacto y descubrieron que puede reducir el dolor, la ansiedad y la depresión en personas de todas las edades. Curiosamente, incluso las caricias breves y suaves parecen tener un efecto positivo. Un equipo de investigadores de Bochum, Duisburg-Essen y Ámsterdam analizó más de 130 estudios internacionales con unos 10.000 participantes para responder a estas preguntas. Los investigadores demostraron que lo que realmente hace el tacto es aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. El equipo publicó sus conclusiones en la revista Nature Human Behaviour.

La investigación también encontró que, aunque los humanos y los animales proporcionan los beneficios más completos, incluso los objetos inanimados, como las mantas con peso, pueden ofrecer cierto confort físico. Sin embargo, el tacto humano o animal parece ser clave para el bienestar mental. Este impacto positivo del tacto es especialmente fuerte para los recién nacidos cuando procede de uno de sus padres. A medida que crecemos, la familiaridad de la persona que nos toca parece importar menos.

“Éramos conscientes de la importancia del tacto como intervención sanitaria”, afirma el Dr. Julian Packheiser, del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad Ruhr de Bochum. “Pero, a pesar de los numerosos estudios, seguía sin estar claro cómo utilizarlo de forma óptima, qué efectos pueden esperarse específicamente y cuáles son los factores que influyen”. Tras el exhaustivo metaanálisis, el equipo pudo responder a muchas de estas preguntas.

Pero atención: Los investigadores advierten que las caricias deben ser siempre consentidas, y que las respuestas individuales pueden variar. Sin embargo, este análisis a gran escala sugiere que incorporar más contacto físico a nuestras vidas podría ser una forma sencilla pero poderosa de mejorar nuestra salud en general. Así que la próxima vez que veas a alguien que te importa, no dudes en darle un abrazo.

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