El episodio de este jueves de Keeping Up with The Kardashian estuvo cargado de importantes revelaciones y mensajes, especialmente sobre el divorcio de Kim Kardashian y Kanye West y todas la situaciones que dieron paso a la separación. Desde las peleas porque Kim se negó a encontrarle a Kanye una tirita hasta que él se sintió “abandonado” tras el nacimiento de sus hijos y se molestó por su “revelador” vestido de la Met Gala, KUWTK lleva tiempo exponiendo sutilmente las grietas de su relación y justificando la eventual decisión de Kim de terminar con el matrimonio.

La gota que derramó el vaso llegó el verano pasado cuando Kanye, tras un comportamiento cada vez más errático, anunció públicamente que él y Kim habían contemplado la posibilidad de abortar cuando ella estaba embarazada de North West. Y ahora el episodio de esta semana mostró exactamente lo que ocurrió en la intimidad.

Las cosas comienzan con escenas de principios de julio, cuando Kanye lanzó su campaña para presidente antes de tachar a Kim y Kris de “supremacistas blancos” en Twitter. Malika, la mejor amiga de Khloé, viene a apoyar a la familia y decide que es el momento adecuado para preguntarle en broma a Kim cuándo será primera dama. Kim se las arregla para evitar preguntarle a Malika si alguna vez ha logrado sentir el ambiente del lugar y en cambio responde diciendo que apenas se aferra a su cordura.

Kim continuó diciendo que aunque el mundo está en lo cierto al pensar que ella y Kanye “tienen problemas”, ella ha decidido no divulgar los detalles específicos en cámara. Su familia, sin embargo, está preocupada. Kris dice que no tiene “ni idea” de cómo Kim está “lidiando con el estrés de todo esto”, mientras que Kourtney dice que cree que Kim “no puede manejar esto por sí misma”.

Kim, por su parte, está frustrada por los arrebatos de Kanye en Twitter y quiere separarse del frenesí mediático yendo a Wyoming para resolver las cosas. Sin embargo, durante una llamada con uno de los asistentes de Kanye, queda claro que él se resiste a verla en absoluto. Entonces, Kourtney decide dejar de lado su reciente odio hacia Kim y junto con Khloé organizan una cena privada en su casa de Malibú, con cuatro camareros en plena pandemia, para ayudar a Kim a “escapar de su realidad”.

Kim dice que está agradecida por la cena porque “hay muchas cosas jodidamente estresantes”, y en una escena extremadamente punzante en la que Kourtney anuncia que es feliz estando soltera y “viviendo su propia forma de vida”, Kim levanta una copa y deja claro que está brindando por lo mismo. También se aclara que Kim estaba discutiendo en privado el divorcio en ese momento cuando Khloé le dice que la familia está “aquí para amarla y apoyarla” sin importar lo que “elija hacer”.

Recordemos que en Latinoamérica veremos la nueva temporada de Keeping Up with The Kardashian en el mes de abril.

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