Kaspersky Lab anunció esta semana que el mes que viene empezará a reducir sus operaciones en Estados Unidos y a despedir a sus empleados tras la reciente prohibición del uso de su software por parte del Departamento de Comercio de ese país, marcando el final de una larga lucha entre el fabricante ruso de antivirus y el gobierno estadounidense.

En un momento dado, la empresa era un proveedor gubernamental muy utilizado y patrocinaba conferencias de alto nivel en D.C., pero las cosas parecen haber cambiado en los últimos años. Aunque proveedor de antivirus e inteligencia de amenazas con sede en Rusia se había comprometido a luchar contra la próxima prohibición de su software antivirus por parte del Departamento de Comercio, comunicó a sus empleados estadounidenses que serían despedidos esta semana.

De acuerdo con TechCrunch, el comunicado decía que “Kaspersky lleva operando en Estados Unidos cerca de 20 años, contribuyendo a los objetivos estratégicos de ciberseguridad de la nación salvaguardando a las organizaciones e individuos del país de las ciberamenazas en constante evolución”, y que tras la decisión del gobierno, decidieron que era mejor retirarse. La medida prohíbe las nuevas instalaciones del software antivirus de Kaspersky Lab a partir del 20 de julio, y los actuales clientes estadounidenses dejarán de recibir actualizaciones del producto el 29 de septiembre.

Kaspersky se ha enfrentado en los últimos años a crecientes presiones de gobiernos de todo el mundo por sus posibles vínculos con el gobierno ruso. Aunque Kaspersky ha negado que ayude a Moscú a realizar ciberespionaje, los expertos en seguridad nacional temen que la empresa pueda seguir sufriendo presiones para compartir información sobre sus clientes en virtud de la legislación rusa.

Kaspersky mantendrá sus operaciones fuera de Estados Unidos, incluidas sus oficinas en Europa.

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