El verano pasado, los fotógrafos británicos James Edson y Samuel Stamper hicieron un viaje increíble de 6500 kilómetros a través de marruecos, siguiendo la ruta utilizada por los narcotraficantes en la década de los 70 y capturando bajo la lente todo el recorrido.

Salieron de Taghazout hasta Marakkech, pasaron por las montañas de Chefchouen y Ketama, bajaron a Fez hasta llegar al Sahara y a Ouarzazet, para finalizar en la ciudad de M’hamid y más allá de la frontera argelina. El objetivo del proyecto era documentar algunas de las granjas y agricultores de cannabis, hachís y opio en el norte de Marruecos, y contar la aventura a través de imágenes.

“Los agricultores del norte de Marruecos nos dijeron que se les da un permiso para sembrar sólo para uso médico, pero se lo venden a cualquiera. Los agricultores que conocimos estaban ofreciendo cantidades industriales de drogas. Contenedores, nada de kilos o gramos. La escala es épica. De hecho, hace poco en España un holandés fue capturado con 24 toneladas de drogas marroquíes”.

Se dice que Marruecos abastece casi la mitad del hachís del mundo, con un estimado de 800.000 marroquíes que arriesgan ser arrestados  para ganarse la vida en esta la industria desde la década del 60, cuando los occidentales que fuman marihuana comenzaron a hacer el peregrinaje de 6500 kilómetros, y uno que James Edson y Samuel Stamper ahora pueden contar a todo detalle gracias a su viaje.

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