Perdonar nunca es fácil, sobre todo cuando se trata de una fechoría, pero el dueño de un bar en Italia cree en la rehabilitación y el perdón. Amedeo Gaudio, de 68 años y gerente del Bar Nettuno de Via Cavour, en Trento, se encontró de bruces (en todos los sentidos de la palabra) con un robo que tuvo lugar el pasado jueves 4 de julio en su local, pues un ladrón se llevó aproximadamente unos EUR €1.300 de la caja. Además de la registradora vacía, Gaudio se encontró frente a tres notas dejadas allí por el ladrón.

En las misivas, Gaudio vio escritura apresurada y desequilibrada con las que el ladrón decía: “Disculpe”, “Lo necesitaba, por favor, perdóneme” y, por último, “Soy drogadicto”. Así que el sentimiento predominante momentos después del descubrimiento no fue la ira, sino la compasión. De acuerdo con medios locales, Gaudio vive en Trento desde los años 80, cuando se trasladó allí por amor a su mujer alemana, que hoy ya no está allí, y que digamos es una historia entre dos personas que eligieron vivir a medio camino el uno del otro (ella de Colonia, Alemania, él de Salerno), lo que llevó a Gaudio a regentar muchos bares diferentes.

Por supuesto, este no es el primer robo que sufre, pero Gaudio dice que los indicios le decían que se trataba de alguien que probablemente había llegado al último recurso. “Esas notas me conmovieron. Es más: una vez que lo hayan encontrado y haya cumplido alguna condena, si viniera a pedirme disculpas pensaría en ayudarle ofreciéndole un trabajo”, reveló al Corriere della Sera.

Para entrar, el ladrón abrió la ventana con el sillín de una bicicleta y se subió a la papelera del exterior del bar. Una vez dentro se apoderó de lo robado, y salió por la misma ventana, Ningún cristal se hizo añicos, el bar quedó casi intacto, porque intentó de todas hacer el menor daño posible. “También hay cámaras en el interior de nuestro café, pero esa noche no había introducido el código en el sistema para activarlas, ya que no estoy muy familiarizado con la tecnología”, explica Gaudio.

Ahora, sin embargo, corresponderá a las autoridades buscar al ladrón y recuperar los bienes robados. Mientras tanto, Gaudio asegura que seguirá el consejo “de mi hija Silvia, que siempre me dice que no deje demasiado dinero en la caja”.

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