Un estudio de la Universidad de Oxford sugiere que los amantes de la carne pueden ser convencidos de evitar la carne si ven más opciones vegetarianas en sus menús. Si bien es cierto que el Veganuary ha influido a muchos a intentar a hacer un cambio de alimentación más sustentable, lo cierto es que muchos prefieren no prescindir de la carne y los lácteos. Sin embargo, los carnívoros más acérrimos pueden ser persuadidos con una táctica más sutil.

El estudio, publicado en la revista International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, incluyó tres experimentos distintos, entre ellos el primer estudio científico en línea sobre la elección de menús a base de plantas. Se utilizó una muestra representativa de 2.200 adultos del Reino Unido y se descubrió que cuando tres de las cuatro opciones de comida eran a base de carne, el 12% elegía la opción vegetal. Pero cuando tres de las cuatro opciones de comida eran vegetarianas, el 48% elegía la comida vegetariana. El efecto fue el mismo tanto si los participantes eran mujeres como hombres, ricos o pobres.

Un experimento paralelo realizado en una cafetería universitaria descubrió que las ventas de platos de carne disminuían significativamente cuando las opciones vegetarianas las superaban. El Dr. Brian Cook, coautor del estudio, afirmó: “Puede ser una forma eficaz de animar a la gente a elegir menos carne, sin restringir la libertad de elección”. Cook también destacó que “tener más opciones sin carne ayuda a normalizarlas. Puede ayudar a la gente a darse cuenta de que la opción vegetariana es una opción aceptable y normal”.

Como parte del estudio, los investigadores también realizaron una encuesta en línea en la que ofrecían a los consumidores de carne imágenes de cuatro comidas al azar y les preguntaban cuál de ellas les gustaría comer. Las opciones eran 50% de carne y 50% vegetarianas, una opción vegetariana con el resto de carne, o solo una opción de carne con las otras tres a base de plantas. Cuando las opciones vegetarianas pasaban de dos a tres de cuatro, la gente era 2,4 veces más propensa a elegir una.

“Es urgente promover un consumo más sostenible para proteger la salud planetaria [y humana]”, explicó Rachel Pechey, de la Universidad de Oxford, quien dirigió el estudio. “Cambiar la disponibilidad de opciones sin carne puede ser una intervención prometedora. No queremos decirle a nadie lo que tiene que hacer”, dijo. “Pero sabemos que la forma en que se configura nuestro entorno ayuda a influir en nuestras decisiones, por lo que puede hacer que las opciones más sostenibles sean una elección más fácil para la gente”.

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