Hospital en Francia evacuado tras llegada de paciente con proyectil de la Primera Guerra Mundial en el recto
En un caso que desafía la realidad y la ficción, un hombre de 88 años llegó días atrás a un hospital francés con un proyectil de artillería de la Primera Guerra Mundial clavado en el recto, causando una evacuación parcial del recinto, según informa Huffington Post.
El anciano, cuyo nombre se desconoce, llegó el sábado por la noche al Hospital Sainte Musse de Toulon, en el sur de Francia, con la esperanza de que le extrajeran el objeto. Su llegada provocó una alarma de bomba, ya que los funcionarios del hospital temían que el antiguo explosivo detonara, según informó la organización francesa de noticias Var-Matin.
Sin embargo, los expertos en desactivación de explosivos determinaron que había poco riesgo de que el proyectil estallara en el interior del hombre. Un portavoz del Hospital Sainte Musse declaró: “Entre las 21.00 y las 23.30 horas del sábado se produjo una emergencia que requirió la intervención de personal de desactivación de bombas, la evacuación de urgencias pediátricas y de adultos, así como el desvío de urgencias entrantes”. El portavoz añadió: “Tuvimos que gestionar el riesgo en un marco reactivo. En caso de duda, tomamos todas las precauciones”.
La pieza de artillería era en realidad una pieza de coleccionista de la Primera Guerra Mundial, y fue utilizada habitualmente por los militares franceses a principios del siglo XX. Los médicos practicaron una incisión en el recto del hombre y lograron desprender el proyectil de artillería. Una vez extraído, midieron el objeto: 20 cm de largo y más de 5 cm de ancho. El portavoz del hospital declaró que el hombre se estaba recuperando bien y gozaba de “buena salud”.
Aunque parezca mentira, no es la primera vez que ocurre algo así. En diciembre del año pasado, las autoridades tuvieron que acudir a un hospital de Gloucester después de que un paciente llegara con un proyectil de artillería en el recto. Los médicos temieron que el proyectil antitanque explotara, por lo que se vieron obligados a llamar a expertos en explosivos del ejército. El paciente, cuyo nombre se desconoce, declaró al hospital que “resbaló y cayó” sobre el proyectil de 17×6 cm, que formaba parte de sus objetos militares de colección. El proyectil perforante fue identificado más tarde como un proyectil de la Segunda Guerra Mundial que solían disparar los cañones antitanque.
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