La Semana de la Moda de Nueva York, mejor conocida como la NYFW comenzó en el año 1943, y desde entonces han cambiado muchas, muchas cosas en el mundo de la moda. En lugar de celebrar cada espectáculo en la misma pista, los diseñadores se reparten por toda la ciudad de Nueva York para ofrecer nuevas y diversas maneras de vivir la moda ce cerca, y de un tiempo para acá, la inclusión es más importante que nunca, así que la pasarela se ha convertido en el mejor lugar para representar ese compromiso.

En el mundo de la moda y el estilo, septiembre es uno de los meses más frenéticos y fascinantes del año: por lo general tenemos el primer vistazo de lo que nos espera el año siguiente, la revista Vogue lanza su número más importante del año, y las pasarelas se convierten en el centro del espectáculo, aunque Nicki Minaj y Cardi B se roben el show por un momento. En el 2018, las muestras en la NYFW se realizaron entre los días 6 y 12 de septiembre, así que decidimos hacer un breve resumen de lo sucedido durante en estos seis días, desde el impactante desfile de Kota Okuda, pasando por el debut de Lourdes León en las pasarelas, y el beef entre Rihanna y Marc Jacobs.

Del avant-garde al futuro

Si quieres verte bien, pero también quieres llevar puesto un look avant-garde que demuestre tu descontento con la sociedad consumista, entonces el desfile debut de la diseñadora Kota Okuda tiene lo que necesitas. La marca estrenó su primera colección en el Parsons MFA Show 2018, y, según su Instagram, apunta a redefinir el dólar, modificando su valor en “un sistema de vestimenta alquímica”. Wow.

Si le hacemos caso a lo que vimos en las pasarelas, el maquillaje brillante, metálico y el glitter no se va a ninguna parte. De hecho, el diseñador Jeremy Scott debutó en la NYFW con una versión prácticamente galáctica de la tendencia, dando a sus modelos labios audaces y espaciales que parecían cubiertos de papel de aluminio, que complementaban su colección retrofuturista inspirada en Polaroids antiguas que tomó de sí mismo en 1996, mientras experimentaba con looks y maquillaje.

Denim chic y Lourdes

El sello Proenza Schouler (ya de 16 años de edad) de Jack McCollough y Lazaro Hernández, regresó a los escenarios de la NYFW después de dos temporadas en París, y después de una colección primavera/verano centrada más en la idea de un guardarropa completo, en esta oportunidad se fueron al lado más utilitario y urbano, con vestidos de mezclilla, chalecos oversize y camisas estilo vaquero, sin hablar del hecho de que lanzaron su primera colección de cosméticos, que fue muy bien recibida,

La pasarela de la marca Gypsy Sport ofreció un despertar espiritual en el medio de la NYFW con un desfile llenos de hadas y diosas urbanas que parecían haber salido de una fusión d la madre tierra y el concreto. Lourdes Leon, la hija de Madonna, caminó por la pasarela vistiendo un brassiere de cadena con conchas marinas y cuentas, pantalones vaqueros rasgados de baja altura y un casco hecho de hojas verdes brillantes. Los lentes de sol minúsculos (tan hype en estos días) estaban colocados en la punta de su nariz, y fue uno de los looks más apreciados de la semana.

Cuentos de hadas y tiburones

A pesar de las lluvias que obstaculizaron el ingreso de los invitados mientras recorrían un cementerio para encontrar sus asientos empapados, la marca Rodarte superó las expectativas con un triunfante regreso a la NYFW después de un paréntesis de dos años. Incluso se podría argumentar que la lluvia hizo que la colección se viera aún más mágica, con vestidos de tul bordados y muchas flores en los tocados y en las piezas para un ambiente romántico.

Por su parte, Calvin Klein y Raf Simons se inspiraron en la cultura pop y en la iconografía del clásico de Steven Spielberg, Jaws, para traer una colección bastante acuática y que incluyó muchos estampados de imágenes de la película, así como innumerables capas y un estilismo que iba entre lo seco y lo mojado. Hubo vestidos de día llenos de flores, blazers masculinos de gran tamaño y piezas de cuero enmascaradas como trajes de neopreno. Además, los collares rojos con flecos colgados sobre los hombros o en diagonal sobre el cuerpo evocaban un encuentro fatal con el tiburón de Spielberg.

Paraísos tropicales y cotton candy retro

En su desfile, Michael Kors se fue al trópico con botines florales tropicales, vestidos de verano y shorts acompañados de grandes sombreros de paja y coloridas espadrilles de colores y cordones. Todo parecía rendirle homenaje a la cultura del surf con el glamour fácil que define su marca, sin dejar de lado detalles como el neón, bufandas para el cabello y turbantes coloridos.

El show de Marc Jacobs comenzó con más de dos horas de retraso (una movida que algunos dicen fue para sabotear el show de Rihanna, quien por primera vez se convertía en la diseñadora que cerraba la NYFW en vez de Jacobs), pero para muchos valió la pena la espera: las modelos se abrieron paso por la pasarela con vestidos de colores pastel cubiertos de volantes, dramáticos, hasta el suelo, y con bordados y plumas de avestruz, que combinaban con el cabello color cotton candy de las modelos. Fue una colección que se basó en gran medida en los años 60, tocó los años 80 y dejó muchas vibras a Valley of the Dolls.

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