España: Hombre se enfrenta hasta a 5 años de cárcel tras violar a otro hombre en una disco gay
La fiscalía de Barcelona, España, está solicitando cinco años de cárcel para el agresor de un hombre que fue violado en el cuarto oscuro de la discoteca Arena de la ciudad en el año 2020. Pese a que ambos acordaron mantener sexo oral en el momento, el denunciante alega que el otro hombre lo penetró analmente sin su consentimiento y sin condón, por lo que las autoridades le acusan de abuso sexual con penetración, y piden una orden de alejamiento de 1.000 metros al domicilio y lugar de trabajo de la víctima y la prohibición de comunicarse con él por cualquier medio durante una década.
Según el escrito del Ministerio público, el suceso se produjo durante una noche de fiesta el 26 de enero de 2020. Alrededor de las 4.30 de la madrugada (hora local), un hombre que había acudido al local junto a un amigo, entró en el denominado cuarto oscuro del espacio: una sala con escasa o nula iluminación, para mantener encuentros sexuales con desconocidos, habituales en algunos locales para el colectivo gay. En ese momento, la víctima entró con un amigo a la sala, en donde conoció al acusado. Según explica El País, sus relatos coinciden en lo que ocurrió durante los primeros momentos del encuentro: empezaron a tocarse y a besarse y practicaron sexo oral. Sin embargo, discrepan en lo que ocurrió después.
El acusado, de 40 años de edad, negó haber cometido una violación, afirmando que “en ningún momento escuché la palabra ‘no’ ni noté que me empujara o que fuera reacio”. Por su parte, la víctima dijo que se negó de forma clara y explícita a mantener relaciones sexuales completas y que se resistió físicamente hasta que el acusado lo puso contra la pared, le sujetó los brazos y lo penetró analmente hasta eyacular en su interior. La fiscalía agregó que llegó un momento en el que la víctima dejó de resistirse porque el acusado tenía más fuerza que él: “Se constata una actitud violenta, también física”, por parte del acusado, que buscó “imponer por la fuerza una práctica sexual” pese a que “no gozaba de consentimiento alguno”.
Es importante destacar que la víctima del hecho no piensa que el acusado sea un violador, pero que esa noche cometió un acto indefendible puesto que pese a no tener su consentimiento, continuó con la penetración incluso cuando se le pidió que se detuviera y hubo resistencia física. La víctima también dijo que en un principio había sufrido temor a que no le creyeran, no solo por el hecho de ser un hombre y por el estigma social asociado a las víctimas masculinas de violencia sexual, sino porque había consentido minutos antes de su agresión a otra actividad sexual. Sin embargo, la fiscal del caso defendió en su informe la credibilidad de la víctima y sostuvo que “el consentimiento es un acto de afirmación permanente”.
El juicio todavía se lleva a cabo en Barcelona, y la parte acusadora, además de a cinco años de cárcel, está solicitando que el acusado indemnice al afectado EUR €15.000 en total: EUR €10.000 debido a las secuelas que sufre debido a lo sucedido, como trastorno de estrés postraumático y ansiedad, y el resto por daños morales.
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