¿Eres un hombre gay pasivo? Recuerda que no eres menos que uno activo

Al ser hombre y formar parte de la comunidad gay, es muy común que te hagan la siguiente pregunta: ¿Eres activo o pasivo? La respuesta más común será activo, pasivo o versátil. Un activo o top es alguien que da, un pasivo o bottom recibe, y una persona versátil está bien con cualquiera de las dos posiciones sexuales. Aunque reductiva, es una pregunta necesaria porque dos personas de la misma preferencia (fuera de los hombres versátiles, claro) es probable que se decepcionen cuando esperan que ese chico que les gusta no es compatible con ellos. Sin embargo, puede ser una pregunta difícil de responder para los pasivos, debido al estigma que conlleva este adjetivo.
Los hombres son más propensos a decir que son versátiles en vez de admitir que son pasivos debido a los estereotipos asociados a ambas posiciones. Los activos son vistos como machos, generalmente masculinos y dominantes, mientras que los pasivos son considerados más femeninos y sumisos en lo que se refiere al sexo. Hay excepciones, por supuesto, y encontrarás un top femenino o un pasivo dominante, pero como ya sabemos, la masculinidad tóxica sigue jugando un papel muy importante en la comunidad gay e influye en los estereotipos que tenemos sobre las posturas sexuales. Mientras que un activo es visto como varonil porque no es sumiso y tiene poder sobre el otro hombre, el sumiso está recibiendo y en el proceso siendo mucho más vulnerable al permitir que alguien esté dentro de él. Como todos sabemos, la vulnerabilidad y la sumisión son dos rasgos que suelen asociarse a las mujeres: y como inevitablemente, un hombre tiene que ser lo suficientemente vulnerable como para permitir que alguien esté dentro de él, y lo suficientemente dispuesto como para hacerlo, recibe la etiqueta de ser débil y femenino, lo que revela una actitud misógina entre la misma comunidad gay.
Hay mucho veneno interno y externo (a menudo en forma de odio propio y paranoia) en el odio los pasivos y a gays amanerados. La homofobia y la misoginia son gemelas malvadas que casi siempre aparecen juntas. La misoginia es el odio o aversión hacia las mujeres que se manifiesta como discriminación, denigración, violencia y objetivación sexual. La misoginia homosexual es problemática y a menudo incontrolada. Para muchos gays, las mujeres de sus vidas son de crucial importancia; para otros, su rencor hacia ciertas mujeres se extiende a todas. Los hombres heterosexuales misóginos pueden sentirse atraídos por las mujeres, pero en algún momento adquirieron la mentalidad de que son superiores y tienen derecho a controlarlas. ¿Cómo se relaciona esto con la homofobia? Las mentes misóginas que consideran inferiores a las mujeres suelen despreciar a los hombres que asumen la posición de una mujer: de rodillas o agachados, siendo penetrados por un pene. Los homosexuales que interiorizan este mensaje y no lo han cuestionado suelen tener actitudes negativas hacia los aspectos femeninos en sí mismos y en los demás.
Se ve una y otra vez en los bares gays, en incluso con conversaciones entre amigos homosexuales: un grupo de hombres observa a otro grupo y se jacta de su capacidad para adivinar quiénes son los activos y quiénes los pasivos basándose únicamente en su aspecto físico y sus gestos, e incluso, entre amigos se burlan de los pasivos… incluso feminizándolos, diciéndoles putas, pasivas, mujercitas… y más allá. Muchos llegan incluso a ocultar su preferencia en cuanto a posición sexual por miedo a que la otra persona lo desestime. La masculinidad tóxica está tan extendida en la comunidad gay que los hombres están dispuestos a mentir sobre sus posturas sexuales para evitar ser avergonzados por ello.
Estamos en 2023, y esta toxicidad no tiene cabida en la comunidad LGBTQI+, donde los homosexuales son perseguidos regularmente por su orientación sexual. En realidad, son dos personas las que tienen relaciones sexuales, lo que significa que una será activa y la otra, pasiva. No hay forma de evitarlo, a no ser que quieras pasarte el resto de tu vida mirando cómo se masturba el otro. Un hombre pasivo sexualmente no es menos hombre que un activo. Ambas posiciones requieren habilidad y ninguna tiene nada que ver con lo masculino o femenino que seas. Parece absolutamente ridículo que la heteronormatividad y los roles de género patriarcales se metan hasta en la cama de los gays. Déjalos afuera y disfruta tu sexualidad sin discriminaciones.
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