Una enfermera de Wisconsin, Estados Unidos, fue acusada de dos delitos graves de maltrato a personas mayores por amputar presuntamente el pie de un paciente de un centro de cuidados paliativos sin la orden de un médico ni el consentimiento del paciente. Mary K. Brown, de 38 años, dijo a sus colegas que quería conservar y exhibir el pie en la tienda de taxidermia de su familia, según una denuncia penal presentada la semana pasada en el condado de Pierce.

Brown trabajaba en el Centro de Salud y Rehabilitación de Spring Valley el pasado mayo cuando ocurrió el incidente, según la denuncia penal. Mientras que en el centro la víctima estaba recibiendo atenciónen el hospicio del Condado de St. Croix, Brown no formaba parte de esos cuidados y no era enfermera de hospicio. La víctima tenía 62 años y falleció el 4 de junio, cuando el forense del condado de Pierce, John Worsing, se puso en contacto con la policía debido a “circunstancias inusuales” con el cadáver. Al parecer, la víctima había ingresado en el centro tras sufrir una caída en su casa. No está claro cuánto tiempo pasó hasta que el hombre fue encontrado, pero la calefacción de su casa no estaba encendida, lo que provocó que el tejido de sus pies sufriera necrosis y muriera por congelación.

Un tendón y unos cinco centímetros de piel mantenían el pie unido a la pierna. Una enfermera que le había cambiado las vendas del pie la mañana del 27 de mayo dijo que la víctima era “capaz de mover los dedos”, según la denuncia. Ese día, Brown dijo a otras dos enfermeras que “iba a cortar el pie de la víctima para que estuviera más cómodo”, según la denuncia. Las otras dos enfermeras le dijeron que no lo hiciera y que “dejara el pie sujeto. Brown y dos auxiliares de enfermería certificados entraron entonces en la habitación de la víctima para cambiar las vendas de sus pies.

En lugar de cambiar las vendas, Brown “cortó el tendón de la víctima, lo que le amputó el pie derecho por completo”, dijo a un investigador una de las auxiliares de enfermería presentes en la habitación. A continuación, el pie fue introducido en una bolsa roja de riesgo biológico y colocado en un congelador. Una de las auxiliares de enfermería dijo que Brown la “presionaba para que recuperara el pie” para que se lo llevara a casa y lo conservara, según la denuncia. La auxiliar de enfermería dijo al investigador que Brown le había dicho que su familia tenía una tienda de taxidermia y que iba a conservar el pie y a exponerlo con un cartel que decía: “pónganse las botas, niños”.

La pena máxima por cada cargo de delito grave es de hasta USD $100.000 de multa, hasta 40 años de prisión, o ambos. Cada uno de los cargos incluye hasta seis años adicionales de prisión porque la víctima era anciana. Nino Amato, ex presidente y director general del Consejo de Grupos de Envejecimiento y Salud de Wisconsin, leyó la denuncia. “Deberían haberle metido en una ambulancia (en marzo), llevarlo a un servicio de urgencias o a un centro quirúrgico y amputarle el pie”, dijo Amato. “Este es un caso clásico de abuso sistémico de ancianos”. Amato dijo que la familia o el tutor legal de la víctima tienen un caso ganable y justificable para una demanda por negligencia médica y un caso de negligencia grave en la enfermería.

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