Según un nuevo estudio, los cigarrillos electrónicos o vapers pueden contener metales tóxicos especialmente nocivos para niños y adolescentes. El estudio, publicado esta semana en la revista Tobacco Control, afirma que el vapeo puede aumentar el riesgo de exposición al plomo, el uranio y el cadmio.

Los investigadores advierten que la ingestión de metales causa daños sistémicos a los jóvenes no solo tras un uso prolongado, sino también a corto plazo. “Una mayor carga global de exposición a los metales se ha relacionado con trastornos cognitivos, alteraciones del comportamiento, complicaciones respiratorias, cáncer y enfermedades cardiovasculares en los niños”, señala el estudio.

La exposición al plomo se asocia a efectos significativos en las funciones cardiovasculares y neurocognitivas, mientras que la exposición al cadmio se relaciona con un mayor riesgo de osteoporosis y cáncer de nasofaringe, pulmón, mama, páncreas, próstata y vejiga. Los resultados se producen en un momento en que los países de todo el mundo siguen luchando contra la popularidad del vapeo entre los jóvenes, que se ha disparado en los últimos cinco años.

El estudio de Tobacco Control analizó muestras de orina de 200 adolescentes de entre 13 y 17 años entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019: 81 de los 200 participantes eran usuarios “frecuentes” de vape, lo que significa que ingerían 27 caladas al día. 45 participantes eran usuarios intermitentes (7,9 caladas) y 65 informaron un uso ocasional (0,9). Según el estudio, una mayor frecuencia de consumo de vape se asoció a niveles más altos de plomo y uranio en la orina. Tanto los consumidores intermitentes como los frecuentes presentaban niveles más elevados que los ocasionales. Los consumidores de cigarrillos electrónicos que optaban por sabores dulces tenían niveles más altos de uranio en la orina que los que fumaban sabores mentolados o de menta.

El estudio señala que, aunque investigaciones anteriores han hallado una relación entre el consumo de cigarrillos electrónicos y los metales tóxicos, los resultados “varían significativamente según la marca y el tipo de vaporizador utilizado”, lo que puede no ser “totalmente representativo de las condiciones típicas de uso”. Sin embargo, agregan que “no obstante, se sabe que estos compuestos causan daños en los seres humanos”, afirma el estudio.

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