El cannabis medicinal ayuda a aliviar el dolor del cáncer y puede reducir el consumo de analgésicos opiáceos, según sugiere una investigación. Un estudio publicado en BMJ Supportive & Palliative Care analizó a 358 adultos canadienses con distintos tipos de cáncer, a los que se recetaron medicamentos a base de cannabis para aliviar el dolor y se les hizo un seguimiento durante un año, tras lo cual
los pacientes informaron de un descenso significativo de la intensidad del dolor, de la gravedad general del dolor y del impacto del dolor en su vida cotidiana. También se redujo el número de otros medicamentos que tomaban, y las prescripciones de opioides como la morfina disminuyeron durante los primeros nueve meses.

El estudioanalizó distintos tipos de cannabis medicinal para el tratamiento de pacientes con cáncer en Canadá, donde es legal. Alrededor de cuatro de cada diez pacientes con cáncer sufren dolor de moderado a intenso, al igual que dos tercios de los que padecen una enfermedad avanzada o terminal. Los analgésicos tradicionales, como los opiáceos y los antiinflamatorios, se utilizan habitualmente en el tratamiento del cáncer, pero un tercio de los pacientes sigue sintiendo dolor.

Según el estudio, “a pesar del tratamiento con opiáceos, el dolor relacionado con el cáncer puede seguir sin aliviarse de forma óptima en un tercio de los pacientes y presentar efectos adversos como náuseas, sedación, estreñimiento y, lo que es más grave, depresión respiratoria. Por estas razones, los médicos, incluido hasta el 61,5% de los médicos de cabecera, reciben cada vez más peticiones de sus pacientes para que consideren el cannabis medicinal para el alivio del dolor y otros síntomas relacionados con el cáncer”.

El estudio concluyó que el cannabis medicinal es “un tratamiento complementario seguro y eficaz para el alivio del dolor en pacientes con cáncer [que] no consiguen un alivio adecuado del dolor con analgésicos convencionales, como los opiáceos”. La investigación reveló que los productos con cantidades iguales de los principios activos tetrahidrocannabinol (THC) y cannabidiol (CBD) parecían ser los más eficaces para el dolor, y el cannabis resultó ser “seguro y bien tolerado”, con solo un pequeño número de pacientes que informaron de efectos secundarios, como somnolencia y fatiga.

La investigación, dirigida por expertos de la Universidad McGill de Montreal, añadió: “El perfil de seguridad particularmente bueno del cannabis medicinal hallado en este estudio puede atribuirse en parte a la estrecha supervisión de los profesionales sanitarios que autorizaron, dirigieron y controlaron el tratamiento”.

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