EE.UU.: 5 muertos y decenas de heridos tras tiroteo en un club gay de Colorado
Este fin de semana, la comunidad LGBTQI+ de Estados Unidos vivió un triste recordatorio del tiroteo del club Pulse de Miami de 2016 cuando cinco personas murieron y otras decenas resultaron heridas en un tiroteo en un club nocturno queer en Colorado. El sospechoso, identificado como Anderson Lee Aldrich, de 22 años, supuestamente comenzó a disparar tan pronto como entró en el Club Q en Colorado Springs a última hora de la noche del sábado, dijo el jefe de la policía de Colorado Springs, Adrian Vasquez.
Al menos dos personas, a las que las autoridades describieron como héroes, se enfrentaron a Aldrich y lucharon con él, desarmándolo, lo que salvó más vidas, dijo la policía. La primera llamada al 911 se produjo a las 11:56 p.m. del sábado y un agente fue enviado al lugar de los hechos segundos después, dijo a los periodistas la teniente Pamela Castro, portavoz del Departamento de Policía de Colorado Springs. El primer agente llegó a medianoche y el sospechoso fue detenido a las 12:02 de la mañana, dijo Castro. Al menos dos armas, incluyendo un arma larga, fueron recuperadas en la escena, dijo la policía. El tiroteo está siendo investigado como un crimen de odio.
Además de las cinco víctimas que murieron, al menos 25 personas resultaron heridas, según las autoridades de la ciudad de Colorado Springs. Aldrich resultó herido y permanece en el hospital, dijo la policía. El propietario del Club Q, Nic Grzecka, dijo que no reconocieron al sospechoso y que nunca lo habían visto dentro de su negocio. Grzecka dijo que sentían que el sospechoso tenía como objetivo la comunidad LGBTQI+. El club Q organiza un espectáculo semanal de drags y un DJ en vivo los sábados por la noche, según su sitio web. El club describió el tiroteo como un “ataque de odio”, diciendo que estaba “devastado por el ataque sin sentido en nuestra comunidad”.
El gobernador de Colorado, Jared Polis, quien además es el primer hombre abiertamente gay elegido gobernador en Estados Unidos, tuiteó en respuesta al ataque afirmando que se sentía “horrorizado, asqueado y devastado”. “Mi corazón se rompe por la familia y los amigos de los perdidos, heridos y traumatizados en este terrible tiroteo”. El presidente Joe Biden emitió un comunicado tras el tiroteo, diciendo que la comunidad LGBTQI+ ha sido objeto de una horrible violencia de odio en los últimos años. “Los lugares que se supone que son espacios seguros de aceptación y celebración nunca deberían convertirse en lugares de terror y violencia. Sin embargo, esto ocurre con demasiada frecuencia”, dijo Biden. “Debemos eliminar las desigualdades que contribuyen a la violencia contra las personas LGBTQI+. No podemos ni debemos tolerar el odio”.
Colorado Springs, una ciudad conocida por sus inclinaciones conservadoras, alberga a algunos líderes cristianos que han denunciado abiertamente las relaciones entre personas del mismo sexo, y su representante en el congreso estadounidense, Lauren Boebert, es una de las voces conservadoras más ruidosas contra la comunidad LGBTQI+, y muchos culparon el fin de semana el daño que su retórica ha causado entre esta minoría en los últimos años. Ayer, Bobert dio sus condolencias por lo sucedido en Twitter, pero fue duramente criticada por contribuir de forma directa a la normalización de la violencia contra las personas queer de Colorado.
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