Conoce a Max Lullove, el skater ruso que demuestra que los límites están en la mente
Aquella frase cliché de que “los límites se los pone uno mismo” o que están en tu mente pueden sonar románticas en exceso, pero es que la verdad al descubrir la historia de personas como Max Lullove realmente confirman que verdaderamente no hay límites cuando las ganas de salir adelante son mucho mayores que cualquier discapacidad o limitación física que se tenga.
Maxim Abramov es su nombre real, tiene 10 años y nació en Rusia, pero a los seis meses de nacidos sus piernas fueron amputadas luego de resultar herido en un incendio en el que quedó huérfano. Una familia de San Petersburgo lo adoptó menos de un año después, con quienes ha crecido y son los testigos de primera mano de la habilidad que desarrolló con el tiempo, aprendiendo a patinar apoyado con sus manos para impulsarse con su patineta.
Su popularidad se disparó a nuevos niveles cuando uno de los gigantes del skate reposteó uno de sus videos, expresando su admiración profunda por el chico., nada más y nada menos que Tony Hawk. El recuento de seguidores de Instagram de Abramov se disparó una vez más después de que Hawk volvió a publicar un video del joven realizando trucos en un parque de patinaje el viernes, llamándolo su “nuevo patinador favorito”. Actualmente cuenta con más de 40.000 seguidores en Instagram.
Además del skateboarding, Max también ha comentado que disfruta mucho nadar, jugar fútbol y la pintura. En una publicación de su Instagram, aseguró que uno de sus sueños es “aprender a volar y hacer trucos asombrosos”.
En su última publicación de su cuenta en Instagram, publicó un video en el que deja ver que está proceso de obtener sus propias prótesis de sus extremidades inferiores para poder seguir deslumbrando a todos con su talento.
Vale la pena destacar que Max no es patinador profesional, lo practica como un hobby, pero ha logrado cultivar una importante legión de seguidores, entre ellos el famoso periodista y youtuber ruso Yury Dud, quien también le hizo saber su admiración y respeto al chico.
Max se ha mostrado muy agradecido con toda la comunidad que se ha generado a su alrededor y por toda la buena vibra que constantemente le envían cada vez que sube algún video demostrando su talento con la patineta.
Max es el ejemplo viviente de que no se trata de lo que te pasa en la vida, sino lo que haces con lo que te pasa, porque él convirtió lo que muchos considerarían una desgracia, en un motivo para que sea admirado y aplaudido.
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