La cantante Chappell Roan confesó esta semana que le afectan los comentarios negativos que recibe en internet, especialmente cuando estos se dirigen a su persona y no a su música. Durante una conversación con SZA publicada en Interview Magazine, Roan declaró: “No me importaba, hasta que la gente empezó a odiarme a mí y no a mi arte. Cuando ya no es sobre mi arte, es como, ‘Me odian porque soy Kayleigh, no porque odien las canciones que hago’. Ahí fue cuando cambió todo”.

En la entrevista, Roan explicó que al principio no le importaban las críticas, pero que la situación cambió cuando los ataques se volvieron personales. Añadió que, aunque acepta que la gente pueda no disfrutar de su música, le resulta difícil lidiar con el rechazo hacia su personalidad. “No me di cuenta de que me importaría tanto. Cuando se trata de mi arte, pienso, ‘Perra, puedes pensar lo que quieras. Tienes derecho a odiarlo con todas tus fuerzas’. Pero cuando se trata de mí y mi personalidad, es como, ‘Maldita sea. ¿Soy la perra más insoportable de nuestra generación?’”.

SZA, quien también ha enfrentado la presión de la fama, mostró empatía hacia Roan y le respondió: “No, porque si tú lo eres, entonces yo realmente lo soy. Es reconfortante saber que te importa, porque desde afuera puedes parecer tan sobrehumana”. El ascenso de Chappell Roan ha sido notable desde el lanzamiento de su álbum The Rise and Fall of a Midwest Princess en 2023. Su sencillo Good Luck, Babe! de 2024 la llevó a llenar estadios, encabezar festivales y ganar el Grammy a Mejor Artista Nuevo. Sin embargo, su éxito ha estado acompañado de controversias por sus declaraciones directas y su disposición a confrontar a fotógrafos y fans.

Roan también ha generado debate por sus opiniones sobre temas sociales y políticos. En una ocasión, fue criticada por no apoyar abiertamente a ningún candidato en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, argumentando que “hay problemas en ambos lados”. Además, durante su discurso en los Grammy, pidió a las discográficas que ofrecieran seguro médico a los artistas emergentes, lo que provocó reacciones encontradas.

Sobre el efecto de los comentarios negativos, Roan admitió: “Me hace llorar. No sé si alguna vez estará bien escuchar a alguien decir algo realmente odioso sobre mí”. La artista concluyó que está evaluando si su forma de manejar la fama es sostenible y bromeó sobre su franqueza: “Si anulara más de mis instintos básicos, donde mi corazón dice, ‘Para, para, para, no está bien’, sería más grande. Sería mucho más grande”.

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