Durante la New York Fashion Week de este año, el modelo Casil McArthur caminó la pasarela del diseñador Marc Jacobs en un tracksuit rojo lleno de poder. Ha sido capturado por legendarios fotógrafos incluyendo a Steven Meisel y Collier Schorr, y su carrera de modelo comenzó a los 10 años. Ser fotografiado no es nada nuevo. La única diferencia es que su nombre hasta diciembre del 2015 fue Dani Rose, y a partir de esa fecha, Casil comenzó su transición masculina.

Si bien ya conocemos a modelos trans femeninas como Hari Nef y Andreja Pejic, de casil podría decirse que es el primer hombre trans que prueba el gusto de lo que significa ser lo más cercano que puede haber a ser un top model. Después de caminar en su primera pasarela, le dijo a Vogue que su rol de modelo iba innegablemente unido al de activista.

“Nunca pensé que el modelaje sería algo tan impactante para las personas. La retroalimentación que he estado recibiendo ha sido irreal. Definitivamente me hace querer esforzarme por ser mejor cada día. Alguien tiene que estar ahí para apoyar a estos chicos”.

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Pero las cosas no siempre fueron fáciles para McArthur. Durante años tuvo que luchar con una disforia de género que sentía que lo iba a matar y fue educado en casa para evitar el bullying en la secundaria. Pero encontró refugio en sus amigos, en la práctica del cosplay (que siempre vemos en su Instagram) y en el pueblo de Estes Park, Colorado, en donde trabajó como barista en el mismo hotel de The Shining. Luego de contarle su verdad a sus amigos y su familia, el turno fue de sus agentes.

“No podía seguir trabajando como modelo femenina. Les dije que si querían que siguiera como mujer, no iba a trabajar con ellos, porque era un hombre e iba a ser un modelo masculino de ahora en adelante”.

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Sus agentes lo aceptaron de inmediato, haciéndolo firmar con Soul Artist Management, una agencia de Nueva York conocida por sus atractivo modelos, y en su segunda visita a la Gran Manzana, McArthur tuvo una sesión con el fotógrafo Collier Schorr, que terminó durando casi meses. De allí, fue contratado por firmas como Calvin Klein, algunos editoriales, y además se convirtió en un modelo exclusivo del fotógrafo Steven Meisel por seis meses.

En estos días está aprendiendo cómo manejar su nuevo cuerpo. Antes solía cantar, pero su voz es tan diferente, que siente que perdió años de clases de canto, y además está buscando la manera de dar un apretón de manos más masculino, pues aunque lo evite, no puede evitar compararse con sus compañeros de agencia. Sin embargo, ser una figura a seguir por la comunidad trans es uno de sus objetivos, y aunque suene como algo ambicioso para un chico de 18 años, la visibilidad y la transparencia son lo más importante para él.

“Es importante para mí que me convierta en una cara realmente positiva, así como un apoyo y un modelo a seguir para la comunidad trans. Es honestamente mucho más fácil decirle a la gente directamente que tratar de ocultarme, porque soy quien soy, y si alguien no me va a ver como un chico, entonces eso es literalmente su problema”.

Para ello, su próximo objetivo es crear una fundación para personas trans, en donde se les ayude a cancelar los gastos de su tratamiento de hormonas, sus consultas psicológicas y hasta cirugía mayor, ya sea superior para la eliminación o implante de mamas, así como para la reasignación de sexo, que muy raramente cubren los seguros.

Mientras tanto, su camino al éxito sigue firme. Al fin y al cabo, tiempo y talento es lo que le sobra.

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