Un gato doméstico fue capturado en Costa Rica por agentes penitenciarios mientras intentaba introducir droga en el Centro de Atención Institucional de Pococí, en la provincia de Limón. La intervención tuvo lugar dentro del recinto penitenciario y permitió frustrar el ingreso de sustancias ilícitas a través del animal, que estaba siendo utilizado por una banda criminal para traficar estupefacientes.

El caso llamó la atención y rápidamente se volvió viral en redes sociales, donde los usuarios apodaron al felino como “narco michi”, un juego de palabras que combina “narcotráfico” con “michi”, término coloquial para gato en Costa Rica y otros países de Latinoamérica. La detención del animalito deja muy clara la creatividad que emplean algunas organizaciones delictivas para evadir controles dentro de las cárceles.

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Capturaron a un gato con droga en una cárcel de Costa Rica Agentes penitenciarios detuvieron a un gato que llevaba droga pegada al cuerpo con cinta industrial. El animal merodeaba por el perímetro de la cárcel y llamó la atención de los guardias por un bulto sospechoso en su lomo.

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Las autoridades penitenciarias de Costa Rica señalaron que el uso de animales domésticos para el tráfico de drogas en centros de reclusión no es común, pero que este incidente refleja la necesidad de reforzar los controles y las medidas de seguridad en los penales para evitar la entrada de sustancias prohibidas. El operativo que permitió la captura del gato fue resultado de una vigilancia constante y protocolos de revisión estrictos.

El Centro de Atención Institucional de Pococí, donde ocurrió el suceso, es uno de los recintos penitenciarios de la provincia de Limón, una región que ha enfrentado desafíos relacionados con el narcotráfico y la seguridad en sus cárceles. La intervención exitosa en este caso se considera un paso importante para combatir el ingreso ilegal de drogas en el sistema penitenciario costarricense.

Este incidente se suma a una serie de estrategias poco convencionales que han sido detectadas en diferentes partes del mundo para introducir drogas en prisiones, desde drones hasta envíos camuflados. La captura del “narco michi” deja claro que las bandas criminales saben adaptarse muy bien (¡y con ingenio!) ante los esfuerzos de las autoridades para controlar el tráfico de estupefacientes.

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